El pasado 29 de septiembre murió Alcón, un perro ovejero sable que logró resolver más de 20 casos de asesinatos en Argentina. Con seis años de edad sufrió una enfermedad que los veterinarios no supieron diagnosticar.
Alcón llegó al país desde Alemania cuando tenía 2 años y, desde entonces hasta su deceso, hizo su carrera dentro de la policía de Río Negro. Allí, y junto con su adiestrador y amigo Marcos Herrero, colaboró con la Brigada K-9 de Punta Alta.
Su trabajo consistía en rastrear pistas que permitiesen resolver crímenes. Tuvo una participación clave en la investigación que descubrió el trágico final de Marito Santos en Santiago del Estero.
Alcón, junto con Duke, otro perro de búsqueda, encontró en el rastrillaje pistas dentro de las casas de los principales sospechosos del crimen, entre ellos, una serie de escritos que detallaban cómo había sido realizado el sacrificio del niño. Pero lo más curioso fue que las últimas pistas encontradas decían que iban a llegar "perros enviados por Dios".
Luego de este caso, según su entrenador, Alcón no volvió a ser el mismo. Se enfermaba con frecuencia y se lo veía decaído.
"Estaba 15 días bien, y después sufría de vómitos 15 días. Se le hicieron ecografías y toda clase de estudios, pero no se logró determinar a ciencia cierta qué era lo que le pasaba", señaló.
El can también participó de las investigaciones de otros casos resonantes. Logró encontrar el cuerpo de Araceli Fulles, la joven que había sido enterrada bajo una construcción de la casa principal del acusado del homicidio. Además logró recolectar pruebas fundamentales para juzgar al asesino de Micaela Ortega, la niña de 12 años víctima de grooming.
En 2017 también participó de los rastrillajes ante la desaparición de Santiago Maldonado.
"Te fuiste físicamente nuestro gran perro Alcón, pero vivirás internamente en nuestros corazones y en el de muchas familias a las que les llevaste consuelo y esperanzas cuando nadie se los daba. Fuiste más que un perro, fuiste un hijo, hermano y mejor amigo. No puedo dejar de llorar, nuestro gran héroe, nos dejás una inmensa alegría de haber vivido hermosos momentos y a la vez un vacío y dolor tan grande que jamás pensé pasarlo. Te recordaremos eternamente nuestro gran héroe", escribió en sus redes sociales Herrero, oficial de la Policía de Río Negro e instructor de la Unidad Canina de Viedma.
Por su parte, la Brigada K-9, donde Alcón y Herrero colaboraban, también despidió a su héroe con un sentido mensaje: "En el día de la fecha el K9 de Punta Alta rinde homenaje a uno de los mejores perros de búsqueda de toda la Argentina. Está institución siempre estará en deuda. Un abrazo a la distancia a su guía Marcos Herrero y su auxiliar Andrea Tolosa. Gracias por llevarle consuelo a tantas familias. Gracias por tanto".