La cultura local acaba de sufrir una pérdida de difícil reparación. Es que con la muerte de Alberto Caparotta, la comunidad de la música y el canto, han quedado un poco huérfanas. El maestro, nacido en Rosario pero mendocino por adopción, falleció a los 78 años luego de regalarnos una formidable trayectoria. No solo representó a la provincia como tenor en múltiples espectáculos nacionales e internacionales, sino que fue el formador de las nuevas generaciones; junto a sus hijos Miriam, Marisil, Rosana, Fernando y Tato.
El 24 de junio de 2018 la sala mayor del departamento de Godoy Cruz, el Plaza, puso en escena "Homenaje al Maestro Caparotta". Fue una noche musical de lujo en la que el tenor Franco Dalfovo rindió tributo artístico a la figura de Alberto y su pródiga carrera. La obra recorrió varios géneros, tantos como el maestro supo hacer lucir con su voz.
"La voz lírica se podría aplicar solo en la ópera, porque el lirismo es la ópera, no la voz", decía Alberto para explicarle a sus discípulos los detalles que hacen diferencia. Esas palabras, esa voz del maestro, quedarán pulsando el aire de la memoria en la música mendocina.