A los 17 años murió Hayley Okines, conocida como la “adolescente más vieja del mundo”. La chica, que tenía el cuerpo de una mujer de 104 años, falleció ayer en los brazos de su madre.
Okines padecía una rara enfermedad conocida como progeria la cual la hizo envejecer a un ritmo acelerado exactamente ocho veces más rápido que alguien saludable.
Durante su corta vida, Hayley que vivía en Bexhill, al sureste de Inglaterra, escribió dos libros (“Vieja antes de tiempo” y “De corazón joven”) donde cuenta su experiencia.
Según los médicos, Okines vivió mucho tiempo más del que tenía pronosticado debido a su enfermedad ya que se degeneró tanto su cuerpo como si fuese una adolescente en un cuerpo de una mujer de 104 años.
Actualmente, existen solo 50 personas que sufren progeria en todo el mundo y en la mayoría de los casos la muerte llega en forma prematura ya que se desconoce un tratamiento que permita la curación.
Hayley fue hospitalizada hace algunas semanas debido a una neumonía que le afectaba ambos pulmones.
El jueves regresó a su casa y falleció horas después en los brazos de su madre. “Mi bebé ahora está en un mejor lugar. Respiró por última vez mientras estaba en mis brazos”, anunció la mujer en su cuenta de Facebook.