Un cohete errante cayó en un depósito de fuegos artificiales en una casa ubicada en Puebla, un estado céntrico de México. Provocó una poderosa explosión que dejó al menos 14 muertos -entre ellos 11 niños- y 22 heridos, informaron las autoridades el martes.
La explosión tuvo lugar el lunes en la noche en la localidad de San Isidro, municipio de Chilchotla, en el estado de Puebla, a unos 140 km del capital mexicana. Los fuegos artificiales estaban almacenados en una vivienda ubicada detrás de una iglesia. Iban a ser usados en una festividad religiosa el 15 de mayo.
El cohete que provocó la explosión provino del exterior, cuando pasaba una procesión con la imagen del santo patrono local. El secretario general de gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco, en entrevista con Milenio TV afirmó: "Uno de los cohetes que se lanzan al aire no subió sino que se cayó. Dio la vuelta y tocó justo en el cuarto donde estaba el material pirotécnico" Además, el funcionario agregó: "Fue totalmente accidental".
Los medios locales se mostraron conmocionados con la noticia. Cinco Radio difundió en Twitter un video en el que un sacerdote reza con miembros de la comunidad. Mientras tanto, el periódico Síntesis difundió imágenes en las que se ve a lugareños que lloran, se abrazan y caminan entre los escombros de lo que fue una casa de bloques de hormigón. La explosión destruyó la vivienda.
Los fuegos artificiales son un componente esencial de las festividades en México, y las explosiones accidentales son relativamente comunes y a menudo tienen consecuencias fatales. El 20 de diciembre, una cadena de explosiones en el mercado de fuegos artificiales de Tultepec, al norte de la capital del país, causó la muerte de decenas de personas que compraban o vendían pirotecnia para Navidad y Año Nuevo.
Desde entonces han ocurrido al menos dos explosiones de materiales pirotécnicos que han dejado varios muertos en el país, una en una vivienda en Tultepec y otra en un taller de pirotecnia en Tlaxcala, estado vecino de Puebla.
Carrasco dijo que el estado de Puebla tiene normativas estrictas para la producción y venta de juegos pirotécnicos, pero que es difícil garantizar su cumplimiento: "Es muy difícil revisar y vigilar los casos de todo el estado y más de comunidades en la sierra que tienen esta tradición y que tienen un programa intenso de fiestas patronales. Lo que es muy difícil de prever es su traslado, si lo ponen adecuadamente”.
"Desafortunadamente no podemos estar en todos lados en todo momento, y ocurren, pues como ocurrió típicamente la noche de ayer, es un accidente", afirmó.