Este fin de semana se presenta en el Teatro Mendoza "Los vecinos de arriba" de Cesc Gay, dirigida por Javier Daulte, que después de la exitosa convocatoria en el Metropolitan Sura de Buenos Aires comenzó su gira en Montevideo y ya se ha presentado en Rosario. Interpretada por Rafael Ferro, Diego Peretti, Julieta Vallina y Muriel Santa Ana, la obra va sobre las relaciones de pareja en la actualidad y sus versiones. Estilo tuvo acceso a una conversación exclusiva con Muriel Santa Ana, feminista, referente del colectivo Actrices Argentinas y el proyecto de Ley IVE, en la que no se eludió casi ningún tema: la pareja, las distintas facetas del actor, su participación en el próximo proyecto de Pol-ka. Y la denuncia de Thelma Fardin.
-Venís de interpretar a Petra Von Kant el año pasado, una heroína de perfil trágico: ¿cómo fue el tránsito a la comedia en "Los vecinos de arriba"?
- Es parte del ejercicio del actor: adaptarse a distintos materiales, espacios, lenguajes. Por otro lado, la experiencia de la comedia es muy dadora, muy generosa, de una relación con el público muy distinta a la que se tiene con una obra de otras características. Hacer una comedia y que se rían 700 personas, la capacidad del Metropolitan, por un chiste, un guiño, un gesto que uno hace es algo muy gratificante. La comedia es adictiva, siempre uno quiere más y esta comedia en particular es muy coral, estamos los cuatro en el escenario todo el tiempo. Además, hay una química y una dinámica de trabajo en el equipo muy buena.
- ¿Por qué pensás que el público responde tanto a esta obra? ¿Quizás porque la pareja está en el centro de la escena?
- Es una obra muy disfrutable, y todo lo vinculado a la pareja, el amor, la sexualidad, a la relación con el placer, a la relación con la libertad (dentro de las parejas que en este mundo tenemos ese pacto de heterosexualidad y fidelidad a rajatabla) está planteado en la obra como preguntas que en principio nos angustian pero que después, al tratar de responderlas, nos dejan en un lugar un poquito mejor del que estábamos. Creo que no hay persona que no se sienta mínimamente interpelada por esto o que, a través de la risa, pueda encontrar esa identificación.
- ¿Buscás interpretar obras que tengan alguna resonancia en la actualidad?
- La verdad es que estamos en un mercado de trabajo que tiene sus reglas. Creo que uno puede tener sus búsquedas casi siempre por fuera de ese circuito. No quiero demonizar al mercado porque es necesario, pero una cosa es una obra de arte y otra la mercantilización de esa obra de arte. Como actriz circulo por todos lados. Hay momentos donde podemos responder a una búsqueda personal y también hay otros donde el placer es responder a una necesidad que viene de afuera: de productores, directores o incluso actores. Y está buenísimo también. Igual, la pregunta por la actuación yo siempre la tengo conmigo, aún cuando esté haciendo televisión.
- A propósito, has terminado de rodar una miniserie dirigida por Daniel Barone. ¿Qué nos podés adelantar del proyecto?
- Es una producción de Pol-ka, TNT y Cablevisión Flow que tiene como protagonista a Julio Chávez y se titula “El Tigre Verón”. Cuenta un período de la vida de El Tigre que es secretario general de un Sindicato de la Carne y vemos un poco ese mundo tan nuestro, pero que no queremos mirar de frente, vinculado al poder sindical y las sumas de dinero que manejan los sindicatos. También muestra un mundo hipermachista y por momentos mafioso. Mi personaje es una fiscal llamada Lorena Raimundi que investiga al Tigre, está obsesionada con él, y aún cuando todavía no han podido probarle los delitos, sabe que hay una causa de corrupción y desvíos de fondos. Y también está la línea argumental del sindicato mismo y la propia familia de Verón.
La mujer y la mirada social del arte
-Yendo a la actualidad y al 28M de esta semana que termina, donde hubo distintas movilizaciones en todo el país para pedir nuevamente que se apruebe la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, ¿qué pensarías si se decidiera no tratarla este año cuando ya tiene media sanción en Diputados?
- No es una buena idea no tratar el proyecto y no sacar la ley, por supuesto. No hay nada más urgente que la situación que las mujeres estamos viviendo. No solo desde el punto de vista de los embarazos no deseados sino también de la violencia sexual. Las mujeres vemos día a día como se ven vulnerados nuestros derechos sexuales y reproductivos y eso tiene que parar.
- ¿Te ha pasado de sentirte incómoda, inquieta o incluso amenazada en alguna ocasión por haber hecho públicas tus ideas respecto de estos temas?
- Creo que lo que estamos llevando nosotras adelante como mujeres en un mundo espantoso que no tiene por qué ser así, y que nadie dice que tiene que ser así, y nosotras decimos que hay que ponerle una cuña, es lisa y llanamente pelear contra la Inquisición. Pensábamos que no existía más, que nuestros derechos ganados eran indiscutidos, pero no. Es evidente que cuando hacemos el movimiento se despiertan las fauces del león. Pero gracias a la unión y a la capacidad de estar juntas de las mujeres (trans, bisexuales, no binarios, etc.) más allá de los partidos políticos, o lo que sea, la posibilidad que tenemos de acompañarnos frente al disciplinamiento es enorme. Sí tuve amenazas de muerte, pero es el pan de cada día de muchas mujeres que a veces no están en una situación de privilegio como la mía, mujeres abusadas en su propio hogar, por ejemplo. No estoy enfrentando esto sola, por eso hablo en plural, estamos enfrentando todo esto, todas.
- El colectivo Actrices Argentinas es movilizante y además es de una gran contención...
- Es algo inédito. Lo que nosotras pudimos armar pertenece a la novedad. Es algo que parece que no se puede hacer y de golpe se hace, es una excepción al mundo capitalista: un colectivo que desinteresadamente, sin dinero y sin poder, se hace parte de algo que moviliza políticamente a un país, que sacude a una sociedad. Nosotras formamos parte de un colectivo de mujeres, por eso es tan importante inscribirse en ese marco. Nosotras nos tenemos y es así. Por otro lado, a la actriz se la cosifica, se la pone en el lugar de objeto y no sujeto, y nosotras decimos que somos sujetas políticas y estamos dando una batalla y podemos hacer nuestro aporte. Y lo hacemos dejando de lado nuestros carteles, cachés, “perdiendo” mucho más de lo que ganamos desde el punto de vista mercantilista. Ganamos principios y estamos en una apuesta.
- ¿Cómo llegaron a visibilizar el caso de Thelma Fardin?
- A nosotras vino Thelma con sus miedos, su necesidad, con su camino al andar porque ella tampoco sabía en lo que se estaba metiendo con ella misma, al hablar de algo que había estado oculto en su vida. Antes de la media sanción del 12 de junio del 2018 había una comisión que estaba trabajando en el tema de acoso y abusos. Un día me cruzo a una de las integrantes de esa comisión y le preguntó cómo van con las escuchas, y me dice que un caso la tenía tremendamente impactada, el caso de una menor violada por un actor reconocido. Mientras tanto Thelma tenía su abogada, estaba en contacto con Luciana Peker y se aprobó la media sanción. Thelma es única, la escucho hablar y tiene una lucidez, una dulzura, un sentido del humor tremendo y tuvo la inteligencia emocional de rodearse de personas que la ayudaron. Fue un gesto de grandeza por parte del Thelma buscarnos a nosotras y decirnos “quiero que el marco me lo den ustedes” y nosotras por supuesto dijimos “queremos estar con vos”. Así fue como se escribió ese documento que nos llevó un montón de tiempo. Y así fue la presentación, un momento auténtico, de verdad como pocos. Aún cuando a nosotras nos castiguen y nos digan que estamos acostumbradas a subirnos a un escenario y mentir, como si actuar fuera mentir.
- Actuar no es mentir ¿qué es actuar para vos?
- Es una pregunta que atraviesa mi vida y me podría llevar horas responder. Pero en pocas palabras: el mundo existe en tanto se lo enuncia. Poner un cuerpo atravesado por una poética, una idea, un espacio, eso puede ser actuar. Y el rato que dura esa situación, que no siempre es representativa de algo que existe, no siempre funciona como espejo, puede dar lugar a cosas nuevas. El teatro es la confirmación de que el mundo puede ser otra cosa, de que se puede cambiar porque construye verdad. El teatro es desobediencia.
Función de hoy
"Los vecinos de arriba" se presenta en Teatro Mendoza (San Juan 1427), hoy a las 21. Las entradas están a la venta en la boletería a $600 la general.