Los departamentos con los resultados financieros positivos aseguraron que se debe a la buena gestión y al orden en la administración de los recursos.
En Guaymallén, el intendente Marcelino Iglesias comparó cómo encontraron la comuna en 2015 y cómo se ordenó la administración durante los cuatro años de su primera gestión lo que le permitió lograr en septiembre del año pasado tener $314.730.907 positivos en el resultado financiero.
"Achicamos la planta de personal, regularizamos el pago de sueldos y fuimos austeros. Nos ordenamos, recaudamos más y empezamos a tener reservas. El municipio está muy sólido financieramente. Yo soy previsor y ordenado cada partida de dinero está asignada a obras puntuales", dijo el jefe comunal.
"Hemos administrado muy bien y hoy tenemos 30 obras activas. Algunas pequeñas y otras grandes como la calle Godoy Cruz y la Severo del Castillo. Ya hemos hecho algunos llamados a licitación este año para continuar con las otras etapas", destacó.
Desde General Alvear, también hicieron foco en la administración ordenada que les permitió tener en el tercer trimestre de 2019 $33.641.338 a favor. "Somos un municipio chico con una recaudación propia pequeña. Para hacer obras grandes dependemos completamente de los fondos que nos llegan de Provincia y de la Nación", dijo el secretario de Hacienda Alain Konix.
"Hemos trabajado en el control de gastos, logramos equilibrar las cuentas y tener un excedente que nos permitió por ejemplo, adquirir la bodega Faraón y hacer obras de saneamiento y hasta un centro de salud de atención primaria. También conseguimos un contrato con el Banco Nación para que sea nuestro agente financiero", agregó Konix.
En Godoy Cruz, a septiembre tenían un resultado financiero positivo de $423.805.631. "El superávit tiene relación con el buen orden administrativo. Los gastos corrientes son menores a los ingresos y con autorización del Concejo Deliberante colocamos ahorros en inversiones financieras y plazos fijos. Ese dinero nos permitió sortear la crisis del año pasado", dijo el secretario Legal y Técnico Miguel Catalano.
“Pagamos sueldos y continuamos con el ritmo de la obra pública. El presupuesto para obras era de $600 millones y ejecutamos $900 millones a pesar de que el año pasado se incrementaron los costos y bajó la recaudación. Esperamos que la crisis no se mantenga porque el fondo de ahorro se va a terminar”, añadió Catalano.
Las Heras, también tenía un número positivo, pero muy alto: $1.380.853.648, más de la mitad del presupuesto. Ante esta situación desde la comuna explicaron que hubo un error en la presentación de los informes al Tribunal de Cuentas que será salvado en los próximos días.
De todas formas, indicaron que la municipalidad tiene superávit. "La administración es muy ordenada y hemos sido muy cuidadosos con los gastos. No se suspendieron obras y los sueldos se pagaron en tiempo y forma. Nos pusimos la meta de un presupuesto equilibrado y se logró", explicaron.
Santa Rosa aparece en septiembre con un superávit financiero de $2.141.477 lo que a primera vista pareciera ser un signo de orden de las cuentas durante la gestión de la radical Norma Trigo.
Pero la explicación de la comuna -que ahora está al mando de la peronista Flor Destéfanis- es otra. "En el tercer trimestre hay superávit porque se atrasaron con el inicio de las obras. Les entró dinero en junio y empezaron a construir recién en noviembre y nunca pagaron. El dinero lo ponían a plazo fijo y ganaban intereses. Además, tuvieron ingresos extras: recibieron 10 millones de Anses de la Nación a mitad de año y gestionaron préstamos de infraestructura municipal", dijo la subsecretaria de Hacienda, Cecilia Caparroz.
“El años pasado la recaudación no aumentó. El cierre del ejercicio 2019 fue con déficit y tuvieron que ampliar las partidas presupuestarias”, agregó.
