Varias personas tuvieron que ser rescatadas del Prinsengracht, el icónico canal del centro de la capital holandesa, en Ámsterdam, luego de que el hielo se quebrara en mil pedazos y todos quedaran sumergidos en las heladas aguas.
Luego de tres años, los neerlandeses sacaron de nuevo sus patines para el hielo el pasado domingo, aprovechando el último día de fuerte frío. Sin embargo, varios patinadores quedaron sumergidos en el agua helada producto del deshielo en algunas zonas.
Con palos de hockey y cuerdas, vecinos del lugar ayudaron a los “náufragos” a poder escapar del congelado río. Afortunadamente todo se trató de un frío susto.
Las temperaturas bajo cero han proporcionado las condiciones perfectas para practicar este tipo de deporte en los Países Bajos. Pero el hielo ha comenzado a derretirse y las autoridades han alertado sobre el peligro que supone.
Este peligroso pasatiempos provocó numerosas caídas y lesiones, sobrecargando aún más los servicios de urgencias, ya presionados por el coronavirus.
La nieve de la tormenta Darcy congeló el tráfico en Europa. De hecho, la agencia meteorológica neerlandesa KNMI emitió una rara alerta “código rojo” el pasado 7 de febrero para el conjunto del país donde ha caído la primera tormenta de nieve en más de 10 años. El gobierno decretó el cierre varios días de los centros de detección del coronavirus debido a las condiciones climatológicas que anunciaron temperaturas por debajo de cero durante 10 días.