El pasado 5 de febrero murió Lisa Edwards, una mujer de 60 años con problemas de movilidad, después que la policía de Tennessee, Estados Unidos, se la llevara detenida por negarse a abandonar un hospital de la localidad de Knoxville.
La mujer arribó el 4 de febrero al Centro Médico Regional de Fort Sanders por dolores abdominales. Tras pasar la noche en el hospital, donde le diagnosticaron estreñimiento, le dieron el alta, pero ella se negó a irse del lugar porque aseguraba que tenía un tobillo roto. Posteriormente, el centro médico llamó al departamento de policía de Knoxville para que la desalojaran porque no tenía seguro médico.
En un video grabado por los oficiales y difundido por la propia policía muestran el diálogo que tuvieron con Edwards y su detención. Incluso se puede ver desde el momento que la suben al vehículo hasta que los agentes la encuentran inconsciente.
Cuando los policías le dicen que suba al furgón, ella les dice “Voy a morir, voy a tener un derrame cerebral”. Los agentes la acusaron de fingir los síntomas, se burlaron de su hábito de fumar y se negaron a recostarla, llamándola “peso muerto”. Una vez en la patrulla, Edwards se desmayó y más tarde falleció.
Cuando los policías se dan cuneta que estaba inconsciente avisan al hospital, por lo que una ambulancia la traslada de nuevo para que reciba la atención de los profesionales de la salud. Ese mismo día la mujer falleció. La fiscalía del distrito aseguró en un informe que murió debido a un derrame cerebral.
El departamento policial de Knoxville y la fiscalía están investigando si se trata de una negligencia por parte de los agentes y del hospital. Desde el departamento de policía comunicaron que “la investigación interna trabajará para determinar si se violó alguna política o procedimiento departamental durante el incidente”.