Ocurrió en la ciudad histórica de Chernigov, en Ucrania, durante marzo de este año, cuando apenas había comenzado el conflicto con Rusia. El jubilado ucraniano, Valeriy Fedorovych, vislumbró un caza ruso Su-34 y, decidido junto a su rifle, abrió fuego cuando la aeronave pasaba sobrevolando la región ubicada en el norte de Ucrania, a orillas del Río Desná, según fuentes de la agencia gubernamental.
A raíz de la hazaña, Fedorovych fue condecorado esta semana en Kiev, según informó el Servicio Estatal de Fronteras de Ucrania.
Las autoridades afirmaron que él solo derribó el avanzado avión de ataque y cazabombardero biplaza, pesado y de largo alcance, de diseño bimotor, fabricado por la compañía estatal rusa Sukhoi y valorado en 85 millones de dólares.
Las imágenes que circularon en redes sociales mostraban cómo el avión se precipitaba a tierra, aunque Fedorovych no aparecía en el video. Muchos usuarios cuestionaron la veracidad de la hazaña y la compararon con la leyenda del “fantasma de Kiev”.
Este lunes el Servicio de Fronteras Estatales ha rendido homenaje al hombre, alabando su “heroísmo” y concediéndole una medalla, y lo elogió por su “ayuda en la protección de la frontera estatal”.
Unas imágenes compartidas por la agencia muestran a Fedorovych caminando con un rifle colgado al hombro por la ciudad destruida en su mayor parte por los bombardeos rusos.
Fedorovych recuperó algunos de los restos del avión y los guarda en su garaje.
Ataques
La invasión rusa de Ucrania ha cobrado un alto precio en Chernigov, ubicado a unos 140 kilómetros de la capital, Kiev. Human Rights Watch dijo en junio que las tropas rusas mataron e hirieron a varios civiles en ocho ataques en la ciudad a principios de marzo, poco después de que comenzara la guerra.
“En marzo, las fuerzas rusas atacaron repetidamente áreas pobladas en Chernigov desde tierra y aire con aparente indiferencia por la pérdida de vidas civiles”, dijo al diario español ABC Belkis Wille, investigadora principal de crisis y conflictos de Human Rights Watch. “El fracaso de las fuerzas ucranianas en algunas áreas para sacar a los civiles aumentó las bajas, pero el atacante aún debe distinguir entre civiles y combatientes”.
Fedorovych no es el primer civil ucraniano en ser reconocido por destruir equipo militar ruso. En febrero, Valentin Didkovskiy, de 64 años, destruyó sin ayuda un tanque de gas ruso con un lanzagranadas.
Apodado el “abuelo luchador”, Didkovskiy dijo a Radio Free Europe/Radio Liberty que estaba en Bucha, en la región ucraniana de Kiev, el 27 de febrero cuando vio acercarse a las fuerzas armadas de Rusia y decidió actuar.