Jennifer Miller se sinceró acerca de cómo perdió a su hijo, Rhys Cauzzo, un florista de 28 años, a causa de la Robodebt (Robodeuda). Este es un sistema automatizado de recuperación de deuda, creado por el anterior gobierno, que reclamó ilegalmente miles de millones dólares a unos 433.000 receptores de ayudas sociales.
Rhys Cauzzo era oriundo de Melbourne, en Australia, que sufría de depresión y ansiedad y fue erróneamente obligado por el gobierno de su país a pagar deudas que no debía. Debido a esta falla en el sistema Centrelink (Sistema de Gestión de Datos), que se ocupaba de recuperar las deudas, el joven fue amenazado por recaudadores.
Cauzzo fue uno de los 2030 australianos que perdieron la vida tras ser atormentados al recibir las cartas que exigían el pago a través del esquema de recuperación de deuda ilegal del anterior gobierno.
El primer ministro australiano, el laborista Anthony Albanese, anunció ayer una investigación en torno al “cruel” sistema automatizado de recuperación de deuda, creado por el anterior gobierno, que reclamó ilegalmente miles de millones dólares a unos 433.000 receptores de ayudas sociales.
Qué es Robodeuda
El llamado sistema “Robodebt” fue implementado por el anterior gobierno de la coalición Liberal-Nacional en 2016 y se basó en algoritmos para contrastar la información tributaria con el pago de las ayudas sociales para calcular si los beneficiarios habían recibido un pago excesivo.
Mediante este sistema, que cometió errores de cálculos, el Gobierno australiano enviaba cartas automatizadas a los deudores dando mínimas posibilidades de interactuar con un funcionario para abordar los casos.
Según datos del Ministerio de Servicios Humanos, citados por la cadena australiana ABC en el marco de una investigación que realizó sobre este sistema automatizado, más de 2.000 personas murieron tras recibir una carta de “Robodebt” entre julio de 2016 y octubre de 2018.
Si bien no se establece una causa directa entre el programa y los fallecimientos, casi un tercio de esas personas habían sido clasificadas como “vulnerables” debido a una serie de problemas como las enfermedades mentales, drogadicción o violencia doméstica, señaló la ABC en su artículo, publicado en 2019.
En mayo de 2020, el entonces primer ministro, el liberal Scott Morrison, dio de baja el sistema automatizado de recuperación de deudas y después se disculpó por la angustia causada a sus compatriotas.
Al año siguiente, el Tribunal Federal aprobó un acuerdo suscrito por el Ejecutivo de Camberra para pagar 1.800 millones de dólares locales (1.252 millones de dólares estadounidenses o 1.251 millones de euros) a más de 400.000 deudores en una demanda colectiva.
El tormento de una familia por la deuda ilegal
La madre Rhys Cauzzo, en diálogo con Sunrise, dijo que habló acerca del momento en el cual fue alertada de la muerte de su hijo.
“La policía llegó a nuestra casa en Costa Soleada en la mañana para avisarnos que había fallecido”, dijo Jennifer.
“Tomé un vuelo y visité la casa de mi hijo y encontré evidentes signos de que él había estado bajo estrés debido a las deudas que le cobraban”, comentó y añadió: “había dibujos en los que Rhys se disparaba en la cabeza y de su cerebro salían signos de pesos”.
La señora Miller dijo que su hijo recibí cartas y llamadas diarias de recaudadores de Dun & Bradstreet.
“Él fue amenazado y no le dieron la oportunidad para hablar con alguien de Centrelink”, señaló y: “Ellos solo le decía ‘no, tenés que pagar’”.
“Fue la gota que rebasó el vaso para él y simplemente se suicidó en Australia, en 2017″.
Miller le agradeció a Anthony Albanese y ministro de Servicios Gubernamentales de Australia, Bill Shorten, por llamar a la comisión real de $30 millones que informará en abril.
Obviamente, todavía estamos esperando que se nos de una respuesta. He estado luchando por casi seis años y ya es el momento de que se nos den respuestas”, dijo Miller.
Jennifer cree que figuras importantes del gobierno anterior, incluido Scott Morrison, son responsables de la muerte de su hijo.
Cauzzo recibió dos noticias de deudas separadas provenientes de la agencia de asistencia social responsable del esquema de recuperación de deuda ilegal del gobierno, una de $10,000 y otra de $18,000.
La madre y la novia de Cauzzo trataron de ayudarlo respondiendo cartas, haciendo llamadas y visitando la oficina de Centrelink para resolver los problemas.
El hermano mayor de Cauzzo, Josh, dijo que el gobierno le falló a su hermano y calificó de “absurda” la afirmación de Centrelink de que le habían pagado en exceso $300 a la semana.
El mecánico de 36 años, que viven en Sydney, dijo que no había visto mucho a su hermano el último año de su vida debido a la ansiedad que le daba viajar.
También dijo que su hermano no acostumbraba a hablar abiertamente de sus problemas.
“No creo que me lo haya querido decir, estaba avergonzado”, dijo Josh.
También añadió que los “agresivos” recaudadores le habían dado a su hermano solo seis días para pagar la deuda, lo amenazaron con embargar su salario y apoderarse de sus bienes, lo “presionaron hasta el cansancio”.
“Los ciudadanos recordarán que el gobierno recolectó ilegalmente deudas de al menos 1.760 millones de dólares australianos (1.223 millones de dólares o 1.224 millones de euros) contra 433.000 ciudadanos australianos”, apuntó el ministro de Servicios Gubernamentales, Bill Shorten, sobre el escándalo.