Wang se ha convertido en un fenómeno viral en las últimas horas, pese a que para ella no sea más que hacer lo que siempre ha hecho desde que nació. Que fue hace muy poco. No tiene ni siquiera un año, no sabe caminar pero ya es capaz de ir sobre la tabla de snowboard con una soltura que ya quisieran muchos adultos.
Esta pequeña no es la única: Chuyi, con solo 2 años, ya se desliza por pendientes y se siente más cómoda en la nieve que en el suelo firme de asfalto o en el césped de un parque andando o corriendo. “Me gusta esquiar. Puedo volar cuando estoy esquiando”, asegura la joven prodigio mientras su padre la sostiene en brazos, detalló 20 Minutos.
Son dos ejemplos de estrellas infantiles de los deportes de invierno, que desde el régimen chino ya quieren poner en el camino de la élite desde muy temprano.
La celebración de los Juegos Olímpicos de Pekín, que comenzarán el 4 de febrero, ha disparado la popularidad de estas disciplinas y se han construido más de 700 pistas de nieve solo en el presente siglo. Los 20 millones de visitantes que cada año las visitan demuestran que la apuesta ha salido rentable.