Cuando Grace Fisher tenía 17 años, un extraño y agudo dolor en el cuello y un hormigueo en los brazos fueron el presagio de lo que ocurriría después. A la joven de California, Estados Unidos, le diagnosticaron mielitis flácida aguda, una rara enfermedad que afecta a la médula espinal y al sistema nervioso, y que la dejó paralizada de cuello para abajo.
La vida de Grace cambió radicalmente desde el diagnóstico y tuvo que reinventarse desde cero. En lugar de hundirse por no poder hacer lo que antes sí podía, la joven sacó a relucir su fortaleza y espíritu de superación y comenzó a reaprender todo lo que sabía.
Antes de que todo esto sucediera, Grace era “la típica niña que tocaba el piano, la guitarra y el violonchelo”, tal y como confesó a Caters. Ahora, con 22 años, la joven ha retomado el camino de la música gracias a la ayuda de la informática y de un palillo bucal que usa para tocar el piano.
Además, ha aprovechado sus nuevas habilidades para pintar y crear cuadros increíbles usando un pincel y su boca.