Unas 300 toneladas de peces muertos fueron sacadas del río Oder, que separa a Alemania y Polonia. La semana pasada habían aparecido también alrededor de 100 toneladas, pero ahora el número asciende a 300. Las autoridades investigan las causas de este desastre ambiental, que creen que podría estar relacionado con una pequeña alga tóxica, aunque también se especula que podría ser producto de una contaminación del río.
Un balance previo que registró unas 100 toneladas, ahora alcanza a 300, según la ministra alemana del Medio Ambiente, Steffi Lemke, citada por el portal de informaciones The Pioneer.
“El Oder es actualmente escenario de una catástrofe medioambiental que dañará durante mucho tiempo ese precioso ecosistema”, se lamentó la ministra ecologista. Aseguró también que “los ríos que están bajo estrés por calor y llevan poca agua son más sensibles a los aportes humanos”, dijo la ministra federal de Medio Ambiente.
Además la ministra pidió detener la expansión del río: “La expansión de Oder debe detenerse. Supone una carga adicional para este valioso ecosistema. Más bien, debemos identificar a lo largo de todo el curso del río donde las medidas de renaturalización pueden ayudar a restaurar el río y su biodiversidad”.
Entre esas 300 toneladas, unas 100 fueron sacadas del lado alemán, en la región de Brandeburgo, mientras que los peces muertos son incinerados en fábricas especializadas, consignó la agencia de noticias AFP.
Las causas precisas de las muertes masivas todavía no fueron determinadas, y las autoridades consideran que una micro-alga tóxica -prymnesium parvum-, podría haber originado el desastre.
Esta micro-alga, también llamada “alga dorada”, es frecuente en los estuarios y se desarrolla normalmente en las aguas con menos nivel salino que el mar.
Si el alga pudo proliferar hasta ese punto en las aguas dulces del Oder, es índice de una salinidad anormal del río que podría deberse a causas industriales, señalaron las autoridades.
Las primeras alarmas de la muerte masiva de peces en el río Oder fueron notificadas por habitantes y pescadores polacos desde el 28 de julio.
En los últimos años, el Oder era conocido por ser un río limpio, con unas 40 especies que vivían en sus aguas.