En 2020, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, decidió adelantar dos meses la Navidad en medio de una gran crisis económica. Y este año no fue la excepción. A través de un video publicado en sus redes sociales, el mandatario anunció el inicio de esta celebración. “Miren que bello está el Palacio (Miraflores). Llegó la Navidad empezando octubre”.
“Una belleza. Mira este arbolito”, expresó el mandatario mientras recorría, junto a su esposa, Cilia Flores, el interior del edificio, completamente adornado con luces, bolas y guirnaldas navideñas.
Según destaca Clarín, se trata de una estrategia hereditaria, dado que fue inventada por Hugo Chávez sobre el final de su mandato como presidente, con el objetivo de desviar la atención de la crisis económica y, además, como maniobra para reimpulsar el comercio nacional.
“En Venezuela vamos a tener unas navidades felices, brillantes, llenas de luces y colorido”, agregó Maduro en el video.
Además, mencionó el episodio que este lunes tuvo expectante a todo el mundo: “Hoy se cayó Facebook, WhatsApp, Instagram, yo no sé por dónde voy a publicar este video”. Finalmente, las redes sociales regresaron a tiempo para que pudiera efectuar la publicación en su cuenta oficial de Twitter.
De esta manera, la festividad llegó a Venezuela casi tres meses antes que en todo el mundo. En 2020, el anuncio ocurrió el 15 de octubre. Lo mismo sucedió en 2019, cuando dio inicio a la Navidad casi un mes antes de lo usual.
“Nada ni nadie nos va a quitar la felicidad y la Paz del pueblo, que recibe la Navidad con un país en tranquilidad y que se prepara para tener un año 2020 de desarrollo y prosperidad. ¡Defenderemos la Paz de Venezuela!”, expresó a fines de ese año.
“Que no se nos olvide el año 2019, año bello... De lucha, que hemos demostrado a que somos superiores a cualquier agresión, a cualquier manipulación, a cualquier dificultad”, agregó.
Reconversión monetaria
El anuncio de la Navidad se da justo en la semana posterior a en la que Venezuela atravesó una nueva reconversión monetaria, que le quitó ceros a su destruida moneda, el bolívar, por tercera ocasión desde 2008. Esta vez fueron seis ceros eliminados, llegando a 14 en total.
Desde el pasado viernes un millón de bolívares, unos 25 centavos de dólar insuficientes para comprar un pan, se transformaron en un bolívar... y ese bolívar a su vez representa 100 billones de bolívares de 2007, reflejo de una increíble erosión: el presupuesto nacional de aquel año alcanzaba 115 billones de bolívares, que eran más de 50.000 millones de dólares.
Los salarios, en el camino, se disolvieron. “Cobramos, quincenal, menos de tres dólares”, dijo a la agencia de noticias AFP Marelys Guerrero, una maestra de 43 años que cobra millones que no valen nada.
La medida del régimen, que no implica otra clase de reformas monetarias ni cambiarias, persigue el único objetivo de simplificar las cuentas y los registros, según el Banco Central de Venezuela. Es un paso estético.
La mayor novedad, en todo caso, consiste en el propósito oficial de que la nueva moneda tenga mayor circulación a través de sistemas electrónicos de pagos que de papel impreso, lo que solucionaría el problema de la escasez y haría las transferencias más seguras y menos costosas.