Este martes, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, reveló que ofreció a Delta Airlines el avión presidencial para que lo usen en viajes ejecutivos y fiestas.
En una conferencia de prensa matutina, el mandatario señaló: “Estuvieron aquí en Palacio, platicaron conmigo los de Delta (sobre Aeroméxico...) Ahí aproveché también para ofrecerles el avión porque podrían usarlo, que lo administre Aeroméxico si lo deciden y que lo puedan usar para viajes ejecutivos o fiestas”.
El mandatario federal dijo que esperaba que lo estuvieran escuchando decir esto en la conferencia para que la aerolínea estadounidense considere la propuesta.
Según cuenta Nación321, Delta ha ofrecido comprar parte de la deuda que Aeroméxico tiene con Apollo, un fondo de inversión que financió a la aerolínea mexicana en medio de la crisis sanitaria.
La compra de un segmento de la deuda ayudaría a la empresa estadounidense a mantener control sobre la mexicana, según información emitida en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) el pasado 1 de julio.
Tras la entrada de Aeroméxico al capítulo 11 de la Ley de Bancarrota, Apollo inyectó mil millones de dólares en la empresa mexicana, en donde Delta tenía una participación accionaria considerable.
De acuerdo con las especificaciones de la reestructura financiera, tras la salida del capítulo 11, los entonces accionistas de la aerolínea, incluida Delta, perderían sus papeles y se disolverían casi completamente, según consta en documentación presentada ante la Corte del Distrito Sur en Nueva York.
Sin embargo, con esta intención de comprar casi un quinto de la deuda, Delta mantendría su posición estratégica con Aeroméxico.
López Obrador reiteró que ha sido difícil vender este avión debido a que es muy lujoso y muy extravagante. También aclaró que tenerlo en tierra y pagar su mantenimiento es incluso más barato que usarlo, debido a los altos costos de traslado.