Un grupo de investigadores de Oxford descubrió el peculiar método “balístico” que tiene el Pepino del diablo para distribuir sus semillas de manera que queden lo suficientemente lejos unas de otras como para que no compitan entre ellas. Con ayuda de altas tecnologías, lograron resolver el misterio que ha intrigado a los científicos durante generaciones.
El Pepino del diablo (“Ecballium elaterium”, nombre derivado del vocablo griego “ekballein”, que significa arrojar) es una planta que, cuando alcanza la madurez, desprende sus frutos del tallo y expulsa las semillas para reproducirse. Según Chris Thorogood, botánico del Jardín Botánico y Arboreto de la Universidad de Oxford esta planta solo crece en zonas áridas y secas del Mediterráneo.
La curiosidad radica en la forma en la planta se reproduce: expulsa las semillas de forma explosiva en un chorro a alta presión. Este lanzamiento dura apenas 30 milisegundos y hace que las semillas alcancen velocidades de unos 20 metros por segundo.
Un equipo de investigadores de la Universidad de Oxford ha resuelto el misterio con una combinación de videografía de alta velocidad, análisis de imágenes y modelización matemática avanzada. Hoy publicaron los resultados de su trabajo en The Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
La tan esperada explicación
Hasta ahora, se desconocía el mecanismo de dispersión de las semillas y cómo esto afectaba al éxito reproductivo de la planta. Diversos investigadores consiguieron comprobarlo gracias a los experimentos con ejemplares cultivados en el Jardín Botánico de la Universidad de Oxford.
Para ello, filmaron la dispersión de las semillas con una cámara de alta velocidad y midieron el volumen del fruto y del tallo antes y después de la dispersión.
Con una combinación de herramientas y disciplinas, los investigadores determinaron que días previos a la “explosión" los frutos y el tallo se presurizan por la acumulación de líquido mucilaginoso; y eso hace que el fruto pase de estar casi vertical a un ángulo cercano a los 45°, un elemento clave necesario para el éxito del lanzamiento de las semillas.
En los primeros microsegundos de la expulsión, el fruto se desprende del tallo, este gira en sentido contrario y por esto las semillas son expulsadas con una velocidad de proyectil.
El resultado global es una distribución amplia y casi uniforme de semillas que cubren una zona en forma de anillo a una distancia de entre 2 y 10 metros de la planta madre.