Detuvieron a al menos tres personas en Bolivia por atacar antenas de telefonía debido al supuesto temor a que las redes 5G propaguen el nuevo coronavirus, pese a que esa tecnología no está disponible en el país, mientras el gobierno dijo que se trató de un atentado terrorista financiado por el narcotráfico.
El primer ataque se produjo el lunes, cuando unas 50 personas se reunieron frente a la sede de la alcaldía de Yapacaní, en el departamento oriental Santa Cruz, agredieron a funcionarios, pincharon neumáticos de vehículos municipales y prendieron fuego las antenas, según el diario local El Deber.
Los pobladores argumentaron que esas antenas incluyen la tecnología 5G que, según creen muchas personas en esa región, transmiten el Covid-19, todo lo cual fue desmentido por las autoridades, de acuerdo con el periódico.
Esa misma tarde, el Ministerio de Gobierno reportó ataques similares en San Julián e Ichilo, también en Santa Cruz, y advirtió que como consecuencia se verían afectadas “la comunicación y la provisión de combustibles en la zona”.
Sin embargo, el gobierno central consideró que se trata de atentados terroristas financiados por el narcotráfico y advirtió que responderá si continúan.
“Los últimos días hemos visto los bolivianos, con mucho asombro, atentados terroristas en algunos lugares del país; yo quiero decirles que esos atentados están ligados al narcotráfico pues sabemos que somos incómodos al narcotráfico, enemigos del narcotráfico y por eso es que el narcotráfico está financiando los atentados terroristas”, afirmó el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, según la agencia noticiosa estatal ABI.
El ministro de Defensa, Fernando López, dijo que “las fuerzas armadas están entrenadas y en apronte para defender la democracia y la vida de los bolivianos” porque “el terrorismo no es la forma de hacer campaña”.
En tanto, el director de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de la Policía, Iván Rojas, informó hoy que tres personas fueron detenidas por la destrucción de dos antenas en Yapacaní y puestas a disposición de los tribunales, según la agencia EFE.
Mientras tanto, el cónsul boliviano en Barcelona, España, Alberto Pareja, fue detenido en La Paz en el contexto de la investigación del caso de 170 respiradores comprados con sobreprecio, por el que hace menos de un mes fue destituido y encarcelado el anterior ministro de Salud, Marcelo Navajas, informó el diario paceño Página Siete.
La canciller, Karen Longaric, había anunciado ayer que Pareja había sido convocado a La Paz para que presentara “un informe amplio sobre su participación en todo este proceso de embarque de los ventiladores procedentes de España hasta Bolivia”.
Bolivia contabilizaba 19.883 casos confirmados de coronavirus y 659 muertes por la enfermedad, según el último balance oficial, divulgado anoche.
En ese contexto, las autoridades de Sucre ordenaron hoy el cierre del Mercado Central de la ciudad y la fumigación de las calles aledañas luego de que un comerciante diera positivo de Covid-19.