Una familia murió aplastada al derrumbarse un acantilado en una playa de Brasil. Un grupo de personas que estaba en lugar intentó ayudarlos y al excavar encontraron a la mujer abrazada a su hija en un intento por protegerla de las rocas.
Ocurrió en el estado de Río Grande do Norte, en Brasil, a unos 85 kilómetros de Natal. Las víctimas fueron identificadas como Stella Souza, de 33 años; su marido, Hugo Pereira, de 32; y su hija de siete meses, Sol.
“Excavamos hasta que encontramos al padre. Luego encontramos a la madre y al niño. El bebé todavía respiraba. Un médico pasaba por aquí en ese momento e intentó revivirlo, pero no lo logró”, declaró un testigo al sitio G1.
Los habitantes de la zona explicaron a los medios locales que el desprendimiento de rocas ocurre porque la marea erosiona los acantilados y eso ocasiona que la base se ahueque, por lo que la parte superior es vulnerable a colapsar.
El trágico hecho ocurrió ayer al mediodía cuando la pareja, que trabajaba en un hotel cercano, había ido a pasar su día libre.
“Nací y me crié aquí y esto siempre ha pasado, pero cada vez más el mar está destrozando más el acantilado. Vemos turistas disfrutando de la sombra de los acantilados y les pedimos que se vayan porque sabemos el riesgo”, dijo un pescador.
Desde el municipio de Tibau do Sul, al que pertenece Pipa, aseguraron que habían colocado carteles para advertir del peligro a los turistas, pero la marea los había arrastrado.
Además, el secretario de comunicación del municipio, Fábio Pinheiro, dijo que la pareja fue alertada por un municipal poco antes del accidente.