Una mujer de 51 años con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) accederá a la primera eutanasia de Colombia. Martha Lidia Sepúlveda fue diagnosticada hace tres años y se muestra feliz a días de recibir la muerte asistida.
La ELA pertenece al grupo de enfermedades neurodegenerativas y entra en el grupo de enfermedades neuromusculares. “Me río más, duermo más tranquila”, dijo Sepúlveda en una entrevista con un medio local.
Según informó el sitio Noticias al Minuto, a finales de 2020 la sintomatología de la enfermedad se hizo insoportable en ella, sobre todo cuando sus piernas dejaron de responderle.
El 23 de julio pasado, la Corte Constitucional de Colombia aprobó el derecho a la muerte asistida para pacientes no terminales, un hecho que Martha celebró ya que significó - a su entender - una solución a su problema.
Cuatro días después, la mujer solicitó el procedimiento que fue sometido al estudio de profesionales. Finalmente, el día 6 de agosto las autoridades aprobaron el procedimiento. Así, el próximo 10 de octubre la mujer recibirá la eutanasia.
“En el plano espiritual estoy totalmente tranquila, soy una persona católica, muy, muy creyente de Dios, pero repito, Dios no me quiere ver sufrir a mí y yo creo que a nadie”, dijo.
Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)
La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) forma parte de un grupo de neuropatías motoras, que provocan una degeneración física progresiva, haciendo perder a los enfermos el control de sus músculos. Se trata de la enfermedad que padece Estaba Bullrich.
La ELA comienza con la pérdida de la capacidad de mover los brazos y las piernas. Aunque también se refleja en problemas en el habla. Cuando la parálisis alcanza a los músculos del diafragma y la pared torácica, los pacientes pierden su capacidad respiratoria y requieren asistencia artificial.
Las motoneuronas, que son las más largas de las células nerviosas, van del cerebro a la médula espinal (motoneurona superior) y de ésta a los músculos de todo el cuerpo (motoneurona inferior).
Cuando éstas no funcionan adecuadamente, el cerebro no puede iniciar y controlar el movimiento muscular. La demora habitual para identificar la enfermedad suele variar entre 12 y 20 meses, señalaron desde ELA Argentina.