Marlene Engelhorn, una rica heredera austriaca presente esta semana en el foro de Davos, renunciará a más de 27 millones de dólares para denunciar el “fracaso” de los gobiernos a la hora de frenar las crecientes desigualdades.
“He heredado una fortuna y con ella un poder, sin haber hecho nunca nada para merecerlo. Y el estado ni siquiera quiere que pague el impuesto de sucesiones”, dijo en un comunicado difundido en Viena esta austriaca de 31 años, descendiente de Friedrich Engelhorn, fundador del gigante químico alemán BASF.
Tras la muerte de su abuela en septiembre de 2022, pasó a la acción. La joven ha ideado una solución original: este mes envió 10.000 cartas a ciudadanos austriacos seleccionados al azar entre los cuales se seleccionarán al final 50 nombres.
Su misión consistirá en proponer ideas “beneficiosas para el conjunto de la sociedad” con las que redistribuir el 90% de su herencia, unos 25 millones de euros.
Entre marzo y junio, se organizarán sesiones de trabajo con todos los gastos pagados en la ciudad de Salzburgo.
Marlene Engelhorn no tendrá voz ni voto en el resultado de los debates. Sólo si no hay consenso retirará esta considerable suma de dinero, para la que prometió encontrar en ese caso otro método de redistribución.
Marlene Engelhorn quiere “devolver su dinero a la sociedad”, según declaró en una entrevista al diario berlinés Tagesspiegel.
Exestudiante de literatura alemana, la rica heredera que pronto se verá privada de la mayor parte de sus recursos tiene que pensar ahora por primera vez en encontrar un empleo.
“Paso de la categoría del 1% más rico de la sociedad al 99% menos rico. Algunos lo verían como un retroceso, pero yo lo veo como un avance en la sociedad democrática. Salgo de este gueto dinástico de ricos”, afirmó.