El cohete Falcon 9 de la empresa SpaceX se mantendrá en tierra mientras la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) investiga una falla tras su último lanzamiento. Esto podría retrasar el lanzamiento de la misión Polaris Dawn, organizada por el multimillonario estadounidense Jared Isaacman.
En este proyecto participarán cuatro astronautas civiles estarán equipados con los nuevos trajes desarrollados por SpaceX para uso extravehicular denominados EVA.
“Se inició una investigación destinada a mejorar aún más la seguridad pública, determinar la causa que originó el incidente e identificar acciones correctivas para evitar que vuelva a suceder”, señaló la FAA.
“El regreso del cohete Falcon 9 a volar depende de que la FAA determine que cualquier sistema, proceso o procedimiento relacionado con la anomalía no afecta la seguridad pública”, agregó el organismo.
La rara e inesperada falla del Falcon 9 se produjo después de que el cohete pusiera en órbita el último lote de 21 satélites proveedores de internet Starlink durante un lanzamiento efectuado a primera hora de la mañana.
Una transmisión en la web de la compañía de Elon Musk mostró la primera fase del aparato, que normalmente enciende sus propulsores para lograr un aterrizaje vertical preciso, en momentos en que se inclinaba y explotaba en cuanto descendía sobre un dron en la costa del estado de Florida (sureste).
Aunque el aterrizaje del propulsor es un objetivo secundario y no hubo vidas ni propiedades públicas en riesgo, la reutilización de todo el sistema del cohete es crucial para el modelo de negocios de SpaceX.
Con este incidente, se rompió una racha de más de tres años con cientos de aterrizajes exitosos de propulsores. Falcon 9 es el caballo de batalla de la flota espacial de SpaceX, en el que confían el gobierno estadounidense y la industria privada para poner en órbita satélites y astronautas.
La última vez que el cohete estuvo en tierra fue durante aproximadamente dos semanas en julio, cuando el motor de segunda etapa registró una anomalía que le impidió desplegar otro conjunto de satélites Starlink a la altitud correcta, lo que provocó que se quemaran al reingresar a la atmósfera de la Tierra.
Este nuevo revés podría retrasar el próximo intento de lanzamiento programado de la Polaris Dawn, una misión orbital de varios días organizada y financiada por el empresario multimillonario Jared Isaacman, la cual tiene como objetivo realizar las primeras caminatas espaciales por parte de una tripulación enteramente civil.
Sobre el Polaris Dawn
Polaris Dawn alcanzará la máxima altitud en su primer día, aventurándose brevemente dentro del cinturón de radiación de Van Allen, una región cargada de partículas de alta energía que pueden generar problemas de salud, en caso de exposiciones prolongadas.
Durante la caminata espacial, prevista para el tercer día de la misión, la tripulación usará los EVA de última generación, equipados con pantallas frontales, cámaras en el casco y sistemas avanzados de movilidad conjunta para salir de la nave espacial de dos en dos.
Cada uno pasará de 15 a 20 minutos en el espacio, a 700 km de la Tierra. Entre las tareas de la tripulación también figuran pruebas de comunicación por satélite por medio de láser entre la nave y Starlink, la red de más de 6.000 satélites de Internet de SpaceX, en busca de aumentar la velocidad de las comunicaciones espaciales, y la realización de casi 40 experimentos científicos.