Una serie de estremecedores ataques animales sucedidos el pasado 13 de febrero han conmocionado a la India. Un tigre mató a un niño y a su abuelo en dos embestidas ocurridas con menos de doce horas de diferencia. Ambos pertenecían a una tribu, la de la comunidad Jenu Kurubam, que se ubica al lado del Parque Nacional Nagarahole.
Chetan, el chico de apenas 12 años, estaba cosechando café en una plantación junto al bosque cuando el animal salió a su encuentro y lo atacó hasta acabar con su vida.
Algunas horas después, alrededor de las 6:30 de la mañana, el abuelo del menor, identificado como Raju, de 70 años, estaba saliendo de su casa cuando el tigre se cruzó en su camino y lo mató en condiciones similares a las de su nieto. El incidente tuvo lugar en las inmediaciones cercanas al campamento contra la caza furtiva de Hulikal.
El animal había escapado de la reserva natural y en sus andanzas atacó a varias personas. Según informó el medio The Hindu, Madhuswamy, ministro indio, aseguró que se tomarán estrictitas medidas contra los funcionarios del Departamento Forestal. En caso de que se demuestre que el tigre mató a dos personas como consecuencia de una negligencia, los familiares de las víctimas deberán ser compensados económicamente.
Los funcionarios de la reserva natural, en tanto, se defendieron asegurando que no tienen los medios suficientes para hacerse cargos de los animales: “Si el departamento encuentra dificultades para manejar tigres, denos poderes, manejaremos tigres”.
Todavía no han pedido dar con el paradero del felino, mientras avanzan las operaciones de peinado para poder encontrarlo. En el operativo trabajan 150 personas, ayudados por cinco elefantes. También han sido instaladas 25 cámaras trampa en el área. Se estima que el animal podría encontrarse herido. Además, se brindará protección para aquellos ciudadanos de las poblaciones cercanas.
Aunque pueda pensarse que se trata de una muerte insólita, lo cierto es que en India las muertes por ataques de tigre no son extrañas. Según el Daily Star, entre 2019 y 2021 más de 100 personas murieron atacadas por distintas especies protegidas de tigres.