Un soldado británico se estrelló contra una casa y terminó en el interior de la vivienda, luego de que su paracaídas no se abriera por completo tras el salto que hizo desde un avión en medio de ejercicios de entrenamiento.
El uniformado se había lanzado desde una aeronave a más de 4.600 metros, en lo que constituía un entrenamiento para fuerzas especiales. Sin embargo, el dispositivo no se desplegó del todo y el militar perdió el control de su caída, en Atascadero, California.
Aunque alcanzó a desplegar su paracaídas de reserva ya era demasiado tarde para poder llegar a la zona de caída designada y continuó su rápido descenso hacia el suelo.
Testigos de la caída sin control advirtieron a las autoridades tras llamar al 911. Muchos quedaron estupefactos ante lo que creyeron una muerte segura del paracaidista. “En mi opinión, es un milagro, de verdad. Quiero decir, ¿quién aterriza así sin paracaídas y vive? ’', dijo Rose Martin, una de las vecinas que descubrió al soldado a medios locales.
“Yo estaba en shock. Quedé como: ¿qué?, así que corrí para asegurarme de que estaba bien y lo revisé y tenía los ojos abiertos, pero no estaba segura de si tenía alguna herida. No quería que nadie lo moviera”, afirmó.
De hecho, cuando el militar aterrizó en la vivienda produjo un agujero en el techo y cayó sobre la cocina, provocando el asombro de los dueños de la propiedad. En una de las fotos que le tomaron, se ve al uniformado sobre el suelo, rodeado de tejas rotas y con su paracaídas aún sujeto. Se puede ver a alguien parado junto a él mientras se quita un guante.
Los propietarios estaban fuera en el momento del incidente a las 4.55 pm del 6 de julio. El soldado, vestido con uniforme de las fuerzas especiales británicas, fue fotografiado en la cocina rodeado de polvo y escombros.
El accidentado sólo sufrió heridas leves por el aterrizaje forzoso y fue trasladado al hospital para recibir tratamiento.
“Atravesó el techo, atravesó las trenzas y no hay tanto daño en la casa. Es asombroso. El esquivó los mostradores, los electrodomésticos, todo”, dijo Linda Sallady, la madre del dueño de la casa.