Este miércoles en la ciudad de Murcia, España un obispo, llamado José Manuel Lorca Planes, y un grupo de sacerdotes, están siendo investigados por la justicia debido a que recibieron la vacuna contra el coronavirus sin formar parte de los grupos establecidos en los protocolos de vacunación.
El fiscal superior de Murcia, José Luis Díaz Manzanera, ha confirmado que al mediodía de este miércoles recibió la denuncia por la vacunación del obispo y algunos de sus más estrechos colaboradores.
El Partido Socialista de España recibió, el lunes pasado, una denuncia anónima de una trabajadora de “Hogar de Betania”, una residencia religiosa para la tercera edad, en la que informaba que cuatro o cinco días antes había sido testigo de “la llegada al centro por parte del obispo junto a una decena de sacerdotes en una jornada en la que se estaba vacunando a personal de la residencia y a internos” según el relato de la mujer el cuál se pudo ver en la denuncia.
Según el fiscal de la causa, la investigación sobre el proceso de vacunación llevado a cabo en Murcia, la lleva él en colaboración con el fiscal anticorrupción y se circunscribe en la actualidad al análisis de los protocolos de vacunación y los listados de las personas inmunizadas frente al Covid-19 remitidos directamente por la Consejería de Salud de la ciudad.
El ministerio público trata de determinar, una vez recibida la documentación de la comunidad autónoma, si constituye algún ilícito penal el incumplimiento de las normas de administración de las vacunas.
Varios sacerdotes “se hicieron vacunar sin que les correspondiera”
Según la carta en la que se denuncia el acto, escrita por la trabajadora, a mediados de la primera semana de febrero el obispo y varios sacerdotes, entre ellos el obispo auxiliar; el arzobispo emérito de Burgos; el canónigo de la catedral de Murcia y el secretario particular del titular del Obispado, llegaron a la residencia en varios vehículos y, sin ser parte de ningún listado, ni tener vínculos con el centro de la tercera edad, “se hicieron vacunar sin que les correspondiera”.
Ante la situación difundida por medios españoles, el obispo Lorca Planes reconoció haberse vacunado con la primera dosis en el “Hogar de Betania”, al que según su versión, acude habitualmente y, comunicó que no recibiría la segunda inmunización, lo que en un comunicado remitido en la tarde de este miércoles ha reconsiderado al señalar que “probablemente lo haga”.
Tras desmentir que se haya vacunado el obispo auxiliar por haber rechazado el ofrecimiento del centro, reconoce haber invitado a inocularse a su secretario por ser capellán de religiosas que regentan un centro de día para ancianos “y tenía que hacerlo para protegerlas”, y al arzobispo emérito de Burgos por ser octogenario y creer “que convenía por estar en la edad”, mientras que el canónigo de la catedral se vacunó porque es capellán de esa residencia y la visita a diario, explicó el obispo.
Actualmente el obispo y el grupo de sacerdotes están siendo investigados por la justicia por haber incumplido las normas de vacunación y usado su poder en la iglesia para vacunarse.