Un chico de 12 años, que había ido a una excursión escolar a una mina abandonada en la ciudad de São João Del Rei, en Brasil, encontró una pepita de oro de 24 quilates.
Mientras los niños recorrían las instalaciones vestidos con ropa de seguridad, Álvaro Henrique vio que había un brillo distinto sobre una de las rocas. Ante la duda, le preguntó al guía de que se trataba y se sorprendió.
Efectivamente, se trataba de una pepita de oro. Como la mina lleva años abandonada, el hallazgo de una pieza relativamente grande sorprendió a todos.
“Estaba mirando las piedras y vi una marca de una mano sucia de arcilla en las piedras y seguí mirando hacia la izquierda y de repente me encontré con un brillo, en ese momento no sabía si era oro y le pregunté al guía Giovanni”, contó el chico.
“Pensé que era casi imposible ver una pepita de oro en la vida”, agregó. Se trataba de medio gramo, valorado, según el profesor Juninho, en 500 reales (100 dólares).
“Cuando le pregunté a Giovanni me dijo que era una pepita de oro y me quedé muy contento y sorprendido de haber encontrado una pepita”, contó el chico que es hijo de un maquinista y una licenciada en Administración de Empresas.
“Después de encontrarla, vi varios videos de gente que la encontraba, pero tenían que romper la piedra, y yo vi la pepita en la piedra, arriba”, afirmó.
Según informó O Tempo, la mina data del siglo XVIII y lleva más de un siglo en desuso. El fragmento de oro se entregó a la escuela, para que lo conservara como muestra y lo utilizara como herramienta de estudio para otros alumnos.