Al menos 1037 personas murieron por un potente sismo de magnitud 6,8 que sacudió Marruecos en la noche del viernes, sembrando el pánico en la turística ciudad de Marrakech, cercana al epicentro, según un nuevo balance oficial divulgado este sábado.
La mayoría de los fallecidos se registraron en Al Hauz, provincia epicentro del sismo, y en Tarundant (271), más al sur. El movimiento telúrico provocó el derrumbe de varios edificios en esas dos provincias, en el suroeste del país.
La sacudida se sintió hasta la capital Rabat, a cientos de kilómetros, y en ciudades costeras como Casablanca o Esauira, incluso en el país vecino de Argelia, donde las autoridades descartaron daños o víctimas.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó que el movimiento telúrico fue de magnitud de 6,8 y se produjo a una profundidad de 18,5 kilómetros, con epicentro 71 kilómetros al suroeste de Marrakech a las 23H11 hora local (22H11 GMT).
”Sentimos una sacudida muy violenta, me di cuenta de que era un temblor”, contó Abdelhak el Amrani, un habitante de Marrakech de 33 años, en una entrevista por teléfono a AFP. ”Vi que los edificios se movían. No tenemos los reflejos para este tipo de situación. Después salí y había mucha gente fuera. La gente estaba conmocionada y en pánico. Los niños lloraban, los padres estaban desamparados”, relató Amrani.
Los medios marroquíes informaron que éste es el sismo más potente registrado en este reino en el norte de África.
El Ministerio de Interior afirmó que las autoridades movilizaron “todos los recursos necesarios para intervenir y ayudar en las zonas afectadas”.
Los hospitales en Marrakech registraron una “afluencia masiva” de heridos y el centro local de transfusión de sangre emitió un llamado a la población para hacer donaciones.