Shoji Morimoto es un físico japonés de 37 años que encontró el ‘mejor’ trabajo en épocas de pandemia, y que le reditúa cifras más que considerables.
Su empleo no está en investigaciones novedosas, o en la industria aplicada. Tampoco es docente y mucho menos un asesor.
En realidad el trabajo descubierto por Morimoto consiste lisa y llanamente en “no hacer nada”. A ciencia cierta, el empleo de este emprendedor nipón consiste en ‘alquilarse’ por 10.000 yenes (unos 80 euros), más los gastos de transporte y los alimentos.
Y su rutona de trabajo va desde escuchar los problemas de una persona, hacerle compañía durante el almuerzo, hasta observar la presentación del proyecto de una persona para luego tener una segunda opinión. Pero el pedido más raro fue de un cliente que lo alquiló para que fuera a la estación de tren a despedirse de un sujeto que se mudaba de ciudad.
“Los clientes parecen experimentar un cambio positivo tras alquilarme. Me dicen que es liberador poder hablarle a alguien de cosas que no son capaces de decirle a otros”, detalló a la BBC.
El curioso trabajo de Morimoto empezó en 2018 y ha acumulado un sin número de anécdotas a lo largo del tiempo de muchos contratos.
Incluso llegó a aparecer en la TV, debido a su creciente popularidad.