El insólito episodio de un gorila de 13 años que desarrolló una adicción a ver videos en celulares demostró el impacto negativo que las nuevas tecnologías pueden tener sobre personas y animales. En el caso específico de Nassir, el simio del Zoológico de Toronto, sus cuidadores debieron colocar carteles alrededor del establecimiento para prohibir que los visitantes le muestren clips desde sus smartphones.
“Nassir es realmente el epítome de un adolescente. Está fascinado por los videos y el tiempo frente a la pantalla dominaría su vida si se saliera con la suya”, contó la supervisora conductual del parque canadiense, Hollie Ross. Y es que el primate generó una obsesión similar a la de los adolescentes humanos.
Sin embargo, este gorila no es el primero en llegar a las noticias por presentar una adicción que es resultado de la intervención humana o tecnológica. En un zoológico de Chicago, otro espécimen de 16 años se mostró muy interesado en dispositivos telefónicos. De acuerdo con sus cuidadores, Amare comenzó a distanciarse de sus compañeros de jaula porque permanece pegado al cristal que lo separa de los visitantes a la espera de que estos le muestren fotografías.
Por otro lado, los trabajadores que se encargan de Nassir le según indicaron al medio Toronto Star, que su obsesión con ver videos de corta duración modificó su comportamiento y alteró la forma en la que se relaciona con su especie. “Estaba tan cautivado con los dispositivos, los teléfonos y los videos” que prioriza los audiovisuales a interactuar con su familia, agregó la directora de conservación y bienestar de vida silvestre, Maria Franke. En este zoológico, los gorilas suelen ser criados en grupos de 5 a 10 individuos bajo un ambiente que se asimile al de su hábitat natural.
Stephen Ross, director del Centro Lester E. Fisher para el Estudio y la Conservación de los simios, se pronunció sobre el caso de Amare. En aquella ocasión, confirmó que los smartphones alteran notablemente la relación interpersonal entre los mamíferos, pero agregó que este fenómeno es de orden cíclico, por lo que se puede trabajar en su corrección.
Por ello, los trabajadores del zoológico de Toronto desplegaron cartelería que prohíbe a los visitantes mostrarles videos a Nassir, cuyo principal interés radica en los clips cortos de animales de otras especies. En los carteles se explicita a los invitados que se abstengan de mostrarles contenido a los gorilas por los riesgos que estos implican en su bienestar.
“Cuando nuestros invitados vengan al zoológico, queremos que puedan ver a los gorilas en un estado muy natural y lo que estarían haciendo de forma natural: conectarse con ellos en ese nivel”, explicó Hollie Ross y recordó que el objetivo principal del parque es que los “gorilas puedan ser gorilas”.