Científicos de la Universidad de Hawái en Mānoa dieron un paso significativo en la comprensión del origen del hielo de agua en la Luna. Según un estudio publicado en la revista Nature Astronomy, los investigadores sugieren que existe una “fuerza misteriosa” que contribuye a la formación de agua congelada en el satélite natural de la Tierra, proveniente tanto de nuestro propio planeta como del Sol.
El científico planetario Shuai Li, que lideró el estudio, señaló que “los hallazgos sobre polos lunares oxidados indican que la Tierra está fuertemente ligada a su Luna en muchos aspectos que aún no conocemos”. Esto abrió nuevas perspectivas sobre la relación entre la Tierra y la Luna y cómo esta relación afecta a la composición de la Luna.
El estudio se centra en las ondas de electrones que llegan a la Luna desde la Tierra y el Sol. Estos electrones impactan la superficie lunar cuando entran y salen de la cola magnética de la Tierra, que es una lámina de plasma formada por electrones e iones altamente cargados.
Shuai Li explicó: “Este escenario proporciona un laboratorio natural para estudiar los procesos de formación del agua en la superficie lunar. Cuando la Luna está fuera de la cola magnética, su superficie es bombardeada con viento solar. Dentro de la cola magnética, casi no hay protones del viento solar y se creía que la generación de ese recurso era casi nula”. Sin embargo, los nuevos hallazgos sugieren un escenario diferente.
Los científicos sugieren que los electrones de alta energía pueden estar desempeñando un papel importante en la formación del agua lunar. Esto podría ocurrir cuando los electrones reaccionan con el suelo lunar, liberando hidrógeno atrapado que luego se combina con el oxígeno presente en la Luna para formar agua.
Aunque estas teorías son emocionantes, se necesitarán más observaciones y experimentos in situ para confirmarlas. El estudio tiene implicaciones significativas para futuras misiones a la Luna, incluidos los planes de la NASA de enviar astronautas en 2025.
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