Un estudiante universitario inició el proceso de adopción de un niño que había encontrado en un tacho de basura durante sus vacaciones en Haití.
Todo empezó en diciembre del 2017 cuando Brave Jimmy viajó a su ciudad natal para visitar a su madre, durante un descanso de estudios de la Universidad Estatal de Texas.
En su adolescencia, Jimmy había ayudado en el orfanato ubicado al lado de su casa, y en este viaje, había llevado regalos para los niños. Cuando iba al lugar vio a un grupo de personas reunidas alrededor de un bote de basura.
Se acercó y vio que en la basura había un bebé de cuatro meses. Nadie sabía cómo había terminado allí el bebé y, hasta el día de hoy, nadie sabe quiénes son sus padres biológicos, dijo Jimmy.
“La gente se agolpaba alrededor de este contenedor y los escuché discutir sobre qué hacer con este pequeño bebé. Todos lo miraban fijamente, ni una sola alma quería ayudar”, dijo al Daily Mail.
“Estaba llorando y no tenía ropa puesta y pude ver el dolor en sus ojos, tenía que hacer algo”, agregó. Al verlo tan vulnerable y lleno de hormigas, Jimmy no lo pensó ni dos segundo y se lo llevó a la casa de su madre.
Juntos bañaron al niño, lo vistieron y le dieron leche. Después lo llevaron a un hospital para un chequeo, ya que estaba cubierto de picaduras.
Dada la situación, la Policía inició una investigación para encontrar a los padres del niño pero no lograron hallarlos. Pasaron unos días, y después de una audiencia un juez le preguntó a Jimmy, entonces de 22 años, si se convertiría en el tutor legal del bebé.
“Ya estaba atrasado con mis cuotas universitarias y mi familia siempre ha tenido problemas para llegar a fin de mes. Pero no tuve un padre mientras crecía, y este pobre niño enfrentaba una vida de inestabilidad e incertidumbre”, dijo.
Después de pensarlo mucho, Jimmy accedió a criarlo con la ayuda de su madre. Llamó al bebé Emilio, y cuatro años y medio después, solicitó adoptarlo formalmente.
Jimmy dividió su tiempo entre los Estados Unidos y Gonaives, Haití, donde su madre Elicie cuida a Emilio. El joven, que estudia comunicación y medios electrónicos, dijo que verlo crecer ha sido muy gratificante.
“Realmente me siento como un padre, y estoy emocionado de poner la pluma en el papel y hacer de Emilio mi hijo; solo necesito recaudar el dinero primero”, dijo.