El ministro del Interior de Turquía, Suleyman Soylu, dijo este miércoles que al menos 12 solicitantes de asilo fueron encontrados congelados en la frontera con Grecia luego de haber sido expulsados ilegalmente por las autoridades griegas. A través de su perfil oficial en Twitter, Soylu informó que en total las autoridades turcas encontraron a 22 solicitantes de asilo, de los cuales 12 habían perecido congelados luego de que las fuerzas fronterizas griegas los despojaran de sus ropas y zapatos.
La Unión Europea “no tiene remedio, es débil y carece de sentimientos humanos”, dijo Soylu, quien acusó a las fuerzas griegas de actuar como “matones” contra “víctimas” a la vez que acogen a miembros de la Organización Terrorista Fetullah (FETO), acusada de estar detrás del golpe de Estado fallido en 2016. Soylu compartió varias fotos pixeladas del lugar de los hechos y de las víctimas. La gobernación de la provincia de Edirne comunicó que los cadáveres fueron encontrados a tan solo 10 kilómetros de la frontera con Grecia, en el distrito de Ipsala.
Los equipos turcos continúan realizando misiones de búsqueda y rescate en el área para los migrantes que puedan necesitar asistencia médica. Las autoridades turcas iniciaron una investigación sobre el incidente. Por su parte, el ministro griego de Migración y Asilo, Notis Mitarachi, calificó de “tragedia” el incidente. Sin embargo, Mitarachi dijo que “cualquier sugerencia de que fueron empujados de regreso a Turquía es evidentemente falsa”.
Turquía ha sido un punto de tránsito clave para los solicitantes de asilo, especialmente aquellos que huyen de la guerra y la persecución, que buscan cruzar a Europa para comenzar una nueva vida. Turquía alberga actualmente más de 3,7 millones de sirios, lo que lo convierte en el principal país de acogida de refugiados en todo el mundo.
