El presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, llamó este sábado al gobernador del estado sureño de Georgia, el republicano Brian Kemp, para pedirle que convenciera a los legisladores estatales de anular la victoria del mandatario electo Joe Biden en ese territorio, informaron medio locales.
Según la cadena CNN, el magnate republicano presionó infructuosamente a Kemp para que convocara una sesión legislativa especial y persuadiera a los legisladores de elegir delegados favorables a su candidatura con el fin de revertir los resultados electorales en Georgia, ya que en el país son los electores del Colegio Electoral los que determinan el triunfo presidencial.
Trump pidió también al gobernador que ordenara una auditoría de las firmas de los votantes ausentes, añadió la fuente citada por el canal de noticias, que señaló que Kemp rechazó los pedidos del mandatario y explicó que no tenía la autoridad para ordenar tal auditoría.
Si bien la Casa Blanca se negó a comentar la llamada, que fue reportada por primera vez por el diario The Washington Post, el propio Trump pareció hacer referencia a ella en su cuenta de Twitter.
En un primer mensaje, Trump afirmó que ganaría “fácil y rápidamente” en Georgia si Kemp permitiera la verificación de firmas.
“Si ganamos Georgia, ¡todo lo demás encajara!’, tuiteó.
Poco después, el gobernador le respondió a través de la misma red social, en la que se refirió al llamado.
“Como le dije al presidente esta mañana, he pedido públicamente una auditoría de firmas tres veces (20/11, 24/11, 3/12) para restaurar la confianza en nuestro proceso electoral y asegurar que solo se cuenten los votos legales en Georgia”, escribió.
Pero Trump volvió a atacarlo: “Tu gente se niega a hacer lo que pedís”, se quejó, para agregar: “¿Qué están escondiendo? Por lo menos solicita inmediatamente una sesión extraordinaria de la legislatura. Eso lo puede hacer fácil e inmediatamente. Eso lo PODÉS hacer fácil e inmediatamente”.
El llamado de Trump a Kemp se produjo horas antes de la visita del presidente a Georgia para apoyar a dos senadores republicanos que intentan mantener sus escaños en unos comicios de segunda vuelta decisivos para su partido.
Trump era esperado esta noche en Valdosta, en el sur del estado, para respaldar a sus legisladores en las elecciones del 5 de enero, que determinarán el control político del Senado, un órgano clave para la aprobación de políticas gubernamentales en Estados Unidos.
En caso de derrota, la cámara alta quedará compuesta por 50 senadores de cada partido, lo que sería considerado un triunfo demócrata, dado que en caso de empate sería la vicepresidenta Kamala Harris quien tendría el voto decisivo.