Centenares de visitantes, italianos y extranjeros, hicieron una cola de más de 300 metros en la plaza San Marcos, ante las taquillas del palacio ducal.
Un millar de reservas por internet habían sido registradas para este día de reapertura, según una agencia de prensa local.
“Había gente que hacía cola desde las 8H00 de esta mañana y, para ser sinceros, es algo que deseábamos y esperábamos. Es una gran emoción, es como el primer día de colegio”, se congratula Maria Cristina Gribaudi, presidenta de la Fundación de Museos Cívicos de Venecia, en declaraciones a la AFP.
En el interior del palacio, la mascarilla es obligatoria y varios carteles instan a “mantener las distancias”, mientras todas las salas son controladas para evitar un exceso de aglomeración de visitantes.
Tras meses sin turistas, este sábado marca una nueva etapa con una ciudad de Venecia al fin frecuentada como suele ser en los fines de semana de primavera.
Las tiendas de ‘souvenirs’ han vuelto a aparecer en la plaza San Marcos, y la casi totalidad de comercios y restaurantes -entre ellos el histórico Café Florian- han vuelto a abrir.
En torno al canal del Rialto, los visitantes se concentraban en las callejuelas de la ciudadela de los Dogos, y las célebres góndolas y vaporettos, cargados de pasajeros, surcaban de nuevo los canales.
Ahora que la epidemia de covid-19 parece en vías de terminar --ha dejado más de 34.000 muertos en Italia-- y el país avanza desde principios de mayo en su desconfinamiento, monumentos, museos, edificios célebres y lugares emblemáticos han vuelto a abrir: la basílica de San Pedro en Roma, los Museos del Vaticano, la Galería Borghese, los museos del Capitolio, la torre de Pisa y las catedrales de Florencia y de Milán, entre muchos otros.