Después de cuatro días de masivas protestas, el presidente de Colombia, Iván Duque, anunció el retiro de su cuestionado proyecto de reforma tributaria. Dijo que tramitará “de manera urgente” una nueva iniciativa en consenso con los parlamentarios y sectores de la sociedad civil.
“La reforma no es un capricho, es una necesidad”, sentenció este domingo el jefe de Estado colombiano, tras argumentar que el retiro del polémico proyecto se hace para recolectar los recursos necesarios para pagar los gastos que se requieren y ayudar a los más vulnerables.
”Retirarla o no, no era la discusión, la verdadera discusión es poder garantizar la continuidad de programas sociales como prolongar el ingreso solidario, brindar educación universitaria gratuita a jóvenes de estratos 1, 2 y 3 y extender el subsidio a la nómina a través de PAEF, y extender la devolución del IVA”, puntualizó.
Con la reforma inicial, el gobierno de Duque quería recaudar unos 6.300 millones de dólares entre 2022 y 2031, para estabilizar las finanzas de un país con un desempleo urbano del 16,8% en marzo, cuyo PBI cayó un 6,8% en 2020: su peor desempeño en medio siglo. Pero expertos y oposición aseguran que se ensañó con la clase media, buscando por ejemplo ampliar la base de contribuyentes al impuesto sobre la renta o aumentar el IVA en algunos bienes y servicios.
En rechazo, desde el miércoles, decenas de miles personas tomaron las calles para protestar contra la reforma. En los días siguientes se mantuvieron las manifestaciones de forma menos concurrida, pero este sábado retomaron con mayor intensidad.
Duque anunció ayer en una alocución que desplegaría fuerzas armadas “en centros urbanos donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos”. Tras reconocer la legitimidad de las manifestaciones pacíficas, dijo que acudirá a la figura de “asistencia militar” para combatir a quienes “por la vía de la violencia, el vandalismo y el terrorismo pretenden amedrentar a la sociedad y creen que por ese mecanismo doblegarán a las instituciones”.
Mientras tanto, Colombia, con 50 millones de habitantes, atraviesa una agresiva tercera ola de contagios de coronavirus que tiene a los hospitales al borde del colapso y el personal de salud agotado. Con casi 2,9 millones de contagios y 74.215 fallecidos registrados desde el 6 de marzo de 2020, el país es, respectivamente, sexto y cuarto más afectado de América Latina y el Caribe en ambos aspectos, en proporción a su población.