El presidente de Estados Unidos instó este martes a prohibir los fusiles de asalto y le pidió al Congreso regular la tenencia de armas después del tiroteo que dejó diez muertos en Colorado. Se trata de la segunda masacre de este tipo en menos de una semana.
El nuevo ataque se produjo días después de que un hombre matara a ocho personas en varios salones de masaje asiáticos de Atlanta, en Georgia.
Identificado como Ahmad Al Aliwi Alissa, el sospechoso resultó herido en la pierna y hospitalizado. Su condición es “estable” y debe ser trasladado a prisión en poco tiempo, declaró la jefa de la Policía de Boulder, Maris Herold, en una conferencia de prensa.
Todavía se desconocen las motivaciones de este hombre de 21 años, descrito por conocidos como “asocial” y “paranoico”, y de quien las autoridades descubrieron que había adquirido un arma semiautomática Ruger AR-556 menos de una semana antes del tiroteo.
Todas las víctimas, entre las que se incluye un policía, fueron identificadas y tenían entre los 20 y los 65 años.
“No necesito esperar un minuto más, todavía menos una hora, para tomar medidas de sentido común que salvarán vidas en el futuro y para exhortar a mis colegas de la Cámara y el Senado a actuar”, aseguró. “Debemos prohibir también los fusiles de asalto”, expresó Joe Biden.
Colorado
El sospechoso del ataque ocurrido en Colorado está acusado de haber abatido a diez personas el lunes por la tarde en los alrededores de un supermercado King Soopers de Boulder.
Imágenes difundidas en directo mostraron a un hombre, vestido únicamente con un pantalón corto de deporte y las manos esposadas a la espalda, siendo conducido por los policías fuera de la tienda.
Según los investigadores, el sospechoso se quitó la ropa antes de entregarse a los policías de élite que habían entrado en el supermercado.
Este tipo de tiroteos, especialmente en escuelas, centros comerciales o lugares de culto, son un mal recurrente en Estados Unidos que los sucesivos gobiernos no han logrado erradicar.