Los incendios forestales en el condado de Los Ángeles, el más poblado de Estados Unidos, cobró la vida de al menos 16 personas, mientras miles de bomberos luchan contra las llamas que se extienden rápidamente por la región. Las autoridades locales confirmaron el trágico saldo este sábado, tras días de combates incesantes contra los focos de incendio.
El fuego en Eaton, desatado el martes por la noche, dejó un saldo de 11 muertos y calcinó 14.117 acres (57,1 km²) cerca de Altadena y Pasadena. Según el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California (CAL FIRE), el incendio solo ha sido contenido en un 15 % hasta la tarde del sábado.
El terreno escarpado y la vegetación extremadamente seca dificultan los esfuerzos para sofocar las llamas, que permanecen activas en zonas inaccesibles. Imágenes aéreas muestran que unas 7.081 estructuras fueron dañadas o destruidas por el incendio en Eaton.
El incendio en la zona de Palisades, el más grande de los cinco incendios forestales activos en el condado, quemó 22.660 acres (91,7 km²) y destruyó más de 5.300 estructuras. Hasta el momento, el fuego fue contenido en un 11 %. Cinco personas perdieron la vida en esta área, sumando al impacto devastador de los incendios.
El gobernador de California, Gavin Newsom, anunció que se redobló el despliegue de la Guardia Nacional en apoyo a los esfuerzos de extinción. Un total de 1.680 efectivos están activos en la región, mientras que recursos adicionales fueron destinados para controlar los incendios y proteger las comunidades afectadas.
La combinación de altas temperaturas, vientos fuertes y una vegetación reseca sigue alimentando la propagación de las llamas. Las autoridades advirtieron que el peligro continúa y le pidieron a los residentes de las zonas afectadas mantenerse atentos a las órdenes de evacuación.