Durante la noche del lunes y la madrugada del martes, un devastador terremoto sacudió una remota zona del noroeste de China, dejando a su paso al menos 127 muertos y centenares de heridos. Los equipos de socorro están trabajando incansablemente entre los escombros de numerosos edificios colapsados en la provincia de Gansu, aproximadamente a 1.300 kilómetros al suroeste de Pekín.
El último informe de las autoridades locales de Gansu reporta al menos 113 muertos y alrededor de 530 heridos, mientras que la vecina provincia de Qinghai, en la ciudad de Haidong, informa de otros 14 fallecidos y 198 heridos. El sismo, con una magnitud de 5,9 según el Instituto Geofísico Estadounidense (USGS) y 6,2 según la agencia estatal china Xinhua, dañó más de 155.000 edificios y obligó a los residentes a salir a la calle en condiciones de temperaturas gélidas.
El epicentro del temblor se situó a 100 kilómetros al suroeste de la capital provincial, Lanzhou, y fue seguido por varias réplicas.
Las autoridades chinas han movilizado equipos de rescate y el presidente Xi Jinping sugirió a realizar “todos los esfuerzos” en las tareas de búsqueda y socorro. Este terremoto es el más mortífero en China desde 2014, cuando un sismo en la provincia de Yunnan causó la muerte de más de 600 personas.
El mandatario ruso Vladímir Putin, aliado de Pekín, presentó sus “profundas” condolencias a Xi, y dijo en nombre de Rusia que comparte “el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos en esta catástrofe”.
La agencia Xinhua reportó cortes en los servicios de electricidad y agua en algunas aldeas, y videos subidos en redes sociales mostraron techos caídos y escombros en las calles. Mientras que la televisión indicó que más de 1.400 bomberos y rescatistas fueron enviados a la zona de desastre y otros 1.600 permanecían en espera.
TERREMOTOS EN CHINA
Los terremotos son comunes en China. En agosto, uno de magnitud 5,4 sacudió el este del país, dejando más de 20 heridos y provocando el derrumbe de decenas de edificios. En septiembre de 2022, un terremoto de magnitud 6,6 golpeó la provincia de Sichuan, donde casi 100 personas murieron. Otro sismo de magnitud 7,9 en 2008 dejó más de 87.000 personas muertas o desaparecidas, incluyendo 5.335 escolares.