Una joven de 30 años se convirtió en la abuela más joven de Gran Bretaña y una de las más jóvenes del mundo, luego de que su hija de 14 años diera a luz. Kelly Healey es madre de cinco hijos, su hija Skye Salter fue madre de Bailey en agosto del 2018, convirtiendo a Kelly en una joven abuela aunque para ella “no se siente bien”.
“Nunca esperé descubrir que me convertiría en una abuela cuando aún tenía 30 años. Pero no tenía sentido gritarle a Skye sobre anticoncepción y sexo seguro. Lo hecho, hecho estaba”, dijo Kelly en una entrevista a The Sun.
“Todo lo que pude hacer fue ofrecer amor y apoyo. Como madre, solo peleas con estas cosas. Actúo como si tuviera poco más de 20 años, así que no se siente bien ser una abuela”.
Skye vivía en Cranford, al oeste de Londres, con su madrasta y su padre, cuando se dio cuenta que estaba embarazada en 2018. Al momento de hacerle la ecografía ya llevaba 36 semanas y cuatro días de embarazos.
La adolescente quería colocarse un DIU, ya que era sexualmente activa, pero por precaución se hizo la prueba antes. Fue ahí cuando supo, a los 14 años, que estaba embarazada de un niño al que llamó Bailey.
Según las leyes de Gran Bretaña, ya no podía abortar debido a la cantidad de semanas que llevaba, sin embargo, Skye dijo que tampoco lo hubiese hecho ya que “al ver los latidos del corazón de mi bebé en la pantalla, mi corazón se llenó de amor. Sabía que desde ese momento en adelante siempre ocuparía el segundo lugar y mi bebé ocuparía el primero”.
Muchas personas cuestionaron a Skye, y en especial a Kelly, por no informarla correctamente sobre los cuidados sexuales y anticonceptivos. Kelly admitió que no hablaba de eso con su hija ya que pensaba que no era sexualmente activa.
La noticia no solo fue sorpresiva para Kelly, si no también para su madre que, con 48 años, fue bisabuela. “Creo que eso también la convierte en la bisabuela más joven del Reino Unido”, dijo ella.
“Mis amigos piensan que es gracioso que tenga un nieto. Siempre lo confunden con mi hijo”, bromeó.
Qué dice Skye
A pesar de la repercusión mediática Skye está conforme de sus decisiones: “Sabía que me iban a criticar, pero la gente no tiene ni idea de lo que ocurre en una casa a puertas cerradas”.
“No pienso en ellos. Hace unos días no sabían que existía y no voy a preocuparme por lo que digan, no me conocen”. Estoy orgullosa de mí misma y de lo buena madre que soy. No son ellos los que crían a mi hijo, soy yo”, cerró Skye.
