Un grupo indígena de la Amazonia peruana denunció que los narcotraficantes se están apoderando de la selva después de que su líder fue encontrado muerto a principios de esta semana. Mariano Isacama, líder del pueblo indígena Kakataibo, llevaba semanas desaparecido hasta que su cuerpo apareció el domingo en las orillas de un río en la región central de Aguaytia, lo que generó la tensa situación.
Representantes de los Kakataibo aseguraron que Isacama había recibido disparos. Es por esto que su desaparición dio inicio a una investigación por parte de las autoridades, aunque los Kakataibo ahora advierten que podrían tomar justicia en sus manos.
“Si no hacen su parte, tenemos nuestra guardia indígena, tenemos flechas y lanzas”, advirtió Marcelo Odicio, miembro de Kakataibo, en una conferencia de prensa el miércoles.
Exigió entonces que las autoridades expulsen a los “forasteros”, a la vez que indicó: “Estamos sufriendo la invasión del narcotráfico en nuestros territorios ancestrales y alrededor de nuestras reservas”.
Isacama, de 35 años, había recibido amenazas casi constantes de narcotraficantes que cultivaban hojas de coca en la zona, según Odicio.
Agregó que los traficantes ofrecen dinero a los grupos indígenas, que muchas veces viven de la agricultura de subsistencia y la silvicultura, a cambio de dejarlos operar en sus territorios. Cuando las ofertas son rechazadas, comienzan las amenazas, explicó Odicio.
Seis jefes kakataibo fueron asesinados en los últimos cuatro años y casi tres docenas de líderes indígenas de la región corrieron idéntica suerte en la última década, amplió.
En Perú, el cultivo de coca es legal y se puede masticar para obtener energía o preparar una infusión para tratar el mal de altura, algo parecido a lo que sucede en la vecina Bolivia, costumbre andina que también se propaga al norte de la Argentina.
Sin embargo, según estimaciones de la Policía, aproximadamente el 90% de la cosecha de hoja de coca de Perú se destina a la producción de cocaína y en ese rubro, la nación incaica es una de las principales de ambas sustancias junto con Colombia.
Los Kakataibo descubrieron laboratorios de cocaína y pistas de aterrizaje ocultas utilizadas por los narcotraficantes en su territorio en los últimos años, agregó Odicio.
Incluso una coalición de grupos indígenas convocó a reuniones para desarrollar una estrategia de autodefensa contra los traficantes en respuesta a la muerte de Isacama.
“Nos vemos obligados a ejercer nuestro derecho a la defensa y utilizar los mismos métodos que se utilizan contra nosotros”, aseguraron en un comunicado publicado el miércoles por la noche.