Una aspiradora inteligente grabó a una mujer en el inodoro de su casa con la remera levantada y la imagen fue enviada a Scale AI, una empresa que se encarga de la recolección de datos para el desarrollo de la inteligencia artificial.
El robot aspiradora, un dispositivo Roomba J7 de iRobot, estaba conectado a internet y envió a la nube la fotografía. Sin embargo, la revista MIT Technology, aseguró que se obtuvieron “15 capturas de pantalla de fotos privadas que se habían publicado en grupos cerrados de redes sociales”.
La compañía responsable de la aspiradora robótica confirmó que las imágenes fueron grabadas en 2020 ya que se encontraban etiquetadas con una marca verde que decía “grabación de video en proceso”. Además, aseguraron que cualquier contenido que sea sensible puede ser eliminado por los usuarios.
“Los datos recopilados por los robots aspiradores pueden ser particularmente invasivos. Tienen hardware poderoso, sensores poderosos y pueden conducir por tu casa sin controlar eso”, afirmó a MIT Technology Dennis Giese, candidato a doctorado en la Universidad Northeastern.
Los datos que se recopilan sirven para poder construir robots más inteligentes. Sin embargo, es necesario que los usuarios vean, categoricen, etiqueten y le den un contexto a cada bit para que la información sirva de algo.
MIT Technology indicó que “James Baussmann, portavoz de iRobot, dijo en un correo electrónico que la compañía había tomado todas las precauciones para garantizar que los datos personales se procesen de manera segura y de acuerdo con la ley aplicable, y que las imágenes fueron compartidas en violación de una orden escrita”.
Son las personas que utilizan este tipo de aspiradores las que le permiten a la compañía iRobot recopilar datos mientras están funcionando. La empresa, por su parte, mejora sus algoritmos dándole a los consumidores la oportunidad de contribuir con datos de capacitación.
Si bien iRobot elimina aquellas imágenes en las que el usuario esté es una posición o situación comprometedora, como la desnudez-total o parcial- o la interaccion sexual, su política no considera rostros sensibles.
La MIT Technology recalcó que “en el caso de la mujer en el baño, un etiquetador de datos hizo un esfuerzo por preservar su privacidad colocando un círculo negro sobre su rostro”.