Suiza adoptó hoy, mediante un referéndum, el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que permitirá que estas parejas puedan adoptar hijos o tener acceso a las técnicas de reproducción asistida en el caso de las mujeres.
Según la agencia AFP, el país europeo se alinearía de esta manera con la mayoría de los estados de la Europa occidental. Cabe recordar que la derecha había recuperado terreno a medida que se acercaba la fecha del referéndum, pero todavía era minoritario.
El último relevamiento a cargo del Instituto gfs.bern, se realizó entre el 1 y el 9 de septiembre y mostraba un 55% a favor y un 27% en contra. La anterior encuesta, entre el 2 y el 16 de agosto, ofrecía un margen mayor entre el 55% y el 20%.
El sondeo reveló que ciertos grupos religiosos conservadores de la Unión Democrática del Centro (UDC) -la principal formación del país- se oponían, aunque en sus filas también hay partidarios del sí.
El país de los Alpes despenalizó la homosexualidad en 1942, pero diferentes autoridades municipales y cantonales disponían de registros en los que estaban los homosexuales, en algunos casos hasta finales de los 1980.
Actualmente las parejas del mismo sexo ya pueden sellar un pacto civil, pero el nuevo texto prevé que puedan adoptar a un niño. Además, las uniones entre mujeres podrían recurrir a la donación de esperma, uno de los puntos más controversiales.
El partido opositor centró su campaña, marcada por carteles impactantes, en la mercantilización de los niños y argumentando que “el matrimonio entre personas del mismo sexo mata al padre”.
En una de toda su cartelería, se puede ver a un bebé llorando, con una etiqueta en la oreja generalmente utilizada en el ganado, con la pregunta “¿Bebés por encargo?”.
En otra pancarta, se ve una enorme cabeza de zombi, que se supone representa a un padre fallecido, mira a los transeúntes. Una escuela primaria en Valais decidió cubrirlo porque asustaba a los alumnos.
Sin embargo, según las encuestas del Instituto gfs.bern, los electores rechazaron una segunda propuesta lanzada por iniciativa de los jóvenes del Partido Socialista cuyo lema era “íEl dinero no trabaja, vos sí!”.
La iniciativa proponía que los ingresos del capital (intereses, dividendos) se reduzcan 1,5 veces más que los del trabajo.
Preveía una exención de este impuesto por una suma de, por ejemplo, 100.000 francos anuales (unos 108.000 dólares, 92.000 euros), pero estos ingresos fiscales adicionales se usarían para reducir la tributación de los ingresos bajos y medios o para financiar prestaciones sociales como guarderías, subsidios al niño, seguro médico o de formación, destacó el sitio web de los partidarios de esta propuesta.
Los sondeos ya daban la iniciativa por perdida.