En los últimos años, Ariel Nagel, profesor de matemáticas, saltó a la fama a nivel mundial por inseminar mujeres, con quienes tiene sexo y les da su esperma previo pago. Sin embargo, tiene un problema: si este servicio lo realiza en Israel, puede ir a la cárcel.
El hombre estadounidense de 45 años es conocido como “Sperminator”. Comenzó en esta labor en 2008, con el objetivo de ayudar a una chica y a partir de ahí inició la cuenta de hijos nacidos gracias a su esperma. Hasta el momento es padre de 85 niños y actualmente hay otras 20 mujeres se encuentran embarazadas de él.
Nagel fue padre de algunos niños israelies, gracias a la inseminación artificial. Pero, según la ley de Israel, las mujeres solo pueden usar esperma donado si se hace de forma anónima y hay un límite a la cantidad de donaciones que se pueden hacer.
Por consecuente varias mujeres se presentaron en clínicas para pedir el esperma de Nagel, pero se les denegó, ya que eso “va en contra de leyes y regulaciones del tema”. Pero no solo eso, sino que si el inseminador accede a prestar su servicio, puede quedar arrestado.
Hijo de familia judía ortodoxa y exalumno de yeshivá en Brooklyn (casa de estudio judía), Nagel explica que en sus comienzos como inseminador ayudó a dos mujeres de modo casi simultáneo, ambas en Manhattan, “una lesbiana afroamericana y una judía ortodoxa que no encontraba pareja”.
“Ahora, los hijos cumplieron trece años, viven a dos manzanas el uno del otro, y son de madres tan diferentes”, explica.
La familia de Nagel, por su parte, está avergonzada de lo que hace y preferiría que el hombre “sentara cabeza y tuviera un matrimonio tradicional”. El inseminador manifestó que es “imposible” estar en una relación mientras intenta ayudar a otras mujeres a concebir y no planea parar.
“Mi corazón me dice que continúe. Sé y siento que hago lo correcto. Si lo que hiciera estuviera mal, no se sentiría tan bien”, aseveró. A su vez Nagel expresó que con frecuencia se reúne con sus hijos biológicos para jugar en grupo y enfatiza lo importante que es que conozcan a sus hermanos biológicos.
Aunque parezca mentira, las mujeres a las que Nagel inseminará cubren todos los gastos si es que el hombre debe realizar algún viaje y alojarse.
“Siempre va pertrechado con un kit del esperminator, un test de ovulación, un recipiente esterilizado, su información genética y de enfermedades de transmisión sexual y cuenta espermática, porque es muy solicitado y puede que se lo pidan en cualquier sitio, como le pasó una vez en un aeropuerto con dos lesbianas. Es muy cumplidor y su sentido del deber es grande”, relató Yair Cymerman, codirector de un documental sobre Nagel.
La esposa de Naguel dijo que no le gusta mucho lo que hace Nagel, pero “nos permite una buena entrada de dinero”.
Ahora bien, en la mayor parte de los casos en que inseminó mujeres fue mediante el sexo. Por lo tanto ¿Es benefactor, amante del sexo o comerciante?