Según informó el diario Magnet Xataka, se publicó recientemente un estudio, en la revista Geophysical Research Letters, informando que se está reduciendo el tiempo de las otras tres estaciones, la que predomina es el verano. Este en el hemisferio norte podría durar casi seis meses para el año 2100 si el calentamiento global sigue igual. Por otra parte los inviernos podrían durar menos de dos meses, según este informe. Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los datos climáticos diarios desde 1952 a 2011 para determinar el inicio y el final de cada temporada en el hemisferio norte.
Durante un período de casi 60 años, los veranos crecieron a un promedio de 95 días de duración (comenzó en 78 días). En promedio, las temporadas de primavera se redujeron a 115 días (124 días duraban), y los otoños a 82 días (llegó a durar 87 días).
Menos días de invierno
Diferentes estudios ya veían venir este fenómeno. El instituto Australiano think tank advirtió hace unos meses que entre 1998 y 2018 las temperaturas veraniegas se prolongaron durante 31 días más que la media registrada en el siglo XX, y las invernales tuvieron 23 días menos. Es decir, el invierno ha perdido en torno a un mes durante las últimas dos décadas, y el verano ha ganado uno.
Consecuencias
Según un artículo publicado por la NBC, diversos científicos advierten que estas irregularidades de temperaturas más altas tendrían consecuencias en la salud humana y el medio ambiente. Los veranos más cálidos y largos, significan que los mosquitos y otras plagas podrían expandir su área de distribución y persistir en áreas donde normalmente no se encontraban.
Las estaciones son las encargadas de dictar los ciclos de vida de las plantas y los animales. El cambio climático podría alterar la capacidad de adaptación de las especies. Se podría llegar a un punto en el que insectos como los mosquitos de la malaria, podrían sobrevivir más tiempo y en altitudes más altas.
A disfrutar al máximo el invierno
Algunos modelos son muy pesimistas respecto a nuestro futuro. Se estima que las temperaturas extremas serán cada vez más comunes, el Ártico quedará liberado de hielo en 2130 y habría un aumento significativo del nivel del mar de hasta 1,5 metros.