Budapest y Belgrado han acordado construir un nuevo oleoducto para que Serbia pueda recibir crudo ruso después de que se corte el suministro a través de la tubería que actualmente pasa por Croacia, informó este lunes el portavoz del gobierno húngaro, Zoltán Kovács.
El anuncio llega cuando la Unión Europea (UE) se prepara para implementar un embargo parcial a las importaciones de petróleo ruso, acordado como una de las sanciones contra el Kremlin por la situación de Ucrania.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es considerado el mejor aliado comunitario de Moscú, y Serbia es un país que mantiene sus tradicionales vínculos de amistad con Rusia. “El primer ministro Orbán ha acordado la construcción de un oleoducto hasta Hungría. Este nuevo oleoducto permitiría abastecer a Serbia con el crudo más barato de los Urales (Rusia), conectando con el oleoducto Druzhba”, escribió el portavoz Zoltán Kovács en su cuenta de Twitter.
El portavoz recordó que el suministro de petróleo de Serbia actualmente se realiza “en gran medida a través de un oleoducto que pasa por Croacia”. “Es poco probable que esto sea posible en el futuro, debido a las sanciones (comunitarias, contra Rusia) adoptadas”, añadió. El portavoz no dio más detalles sobre el oleoducto planeado.
El presidente serbio, Aleksandar Vucic, había adelantado el sábado que ha llegado a un acuerdo con Orbán sobre la construcción del oleoducto para diversificar las rutas de abastecimiento. Según Vucic, el tendido de la nueva tubería, de 128 kilómetros de longitud y que llegaría a la refinería húngara de Algyö, cerca de la frontera con Serbia, tardaría unos dos años y costaría unos 100 millones de euros.
“Croacia se ha mostrado como suministrador no fiable”, criticó Vucic el sábado, en referencia a los planes de Zagreb de no permitir el paso del crudo ruso por su territorio. El petróleo que actualmente importa Serbia de Rusia llega por vía marítima a Croacia, y desde allí a través de un oleoducto.
Serbia depende en gran medida de Rusia para su abastecimiento de petróleo, aunque también importa algo de otros países, y cuenta con fuentes propias para cubrir el 20 % de sus necesidades. Hungría importa de Rusia el 65 % del petróleo y el 85 % del gas que utiliza.