Seis indígenas colombianos fueron asesinados en las últimas 48 horas a manos de grupos armados ilegales que actúan en conflictivas regiones del país, denunció hoy la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC).
Desde el domingo “hemos tenido el reporte de seis compañeros indígenas asesinados en el país”, dijo a RCN Radio Óscar Montero, miembro de la Consejería de Paz de la ONIC, la organización no gubernamental más representativa de los pueblos indígenas de Colombia, conformada por medio centenar de filiales de etnias en casi todo el país.
Tres de las víctimas se registraron en el departamento de Nariño, dos en Cauca (ambos suroeste) y otra en Chocó (noreste), regiones ubicadas sobre el Pacífico colombiano. Esa es una de las principales rutas del narcotráfico en la que grupos armados como la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidentes de la exguerrilla de las FARC y bandas del narco herederas de los paramilitares se disputan el control de las rentas de la droga.
Los indígenas que defienden su territorio y el medio ambiente, además de líderes de derechos humanos, son blanco de la violencia. Al menos 74 comuneros han sido asesinados en 2021, según un recuento de organizaciones indígenas. Según Montero, los aborígenes fueron asesinados por “no permitir” la “desarmonía por parte de los grupos armados que quieren disputarse los territorios de los pueblos indígenas en Colombia”. La semana pasada también fue asesinado Efrén Antonio Bailarín, un exgobernador y líder del pueblo emberá del Chocó, que fue baleado mientras pescaba.
Las regiones apartadas del país sufren la peor arremetida de rebeldes y narcotraficantes desde que se firmó la paz en 2016 con la otrora guerrilla de las FARC, que fuera la más poderosa de América hasta su desarme. Esas comunidades son afectadas por el desplazamiento, el reclutamiento forzado y el confinamiento obligatorio impuesto por esos grupos. ”El conflicto armado se mantiene y sin lugar a duda está desangrando a los pueblos indígenas que defienden el territorio”, agregó Montero, quien reclama ser víctima de un “genocidio”.
Colombia es el lugar más inseguro del mundo para ser líder ambiental. Casi un tercio (65) de los 227 activistas asesinados en 2020 son de este país, según el más reciente informe de la ONG Global Witness. El país también es el principal productor de cocaína del mundo, una de las principales fuentes de financiación de los grupos armados junto a la minería ilegal.