La ciudad de Portsmouth, al sudeste de Inglaterra, está conmocionada tras un trágico incidente que cobró la vida de un niño de 10 años, llamado Warren Dowling. El pequeño falleció mientras jugaba en una cama elástica en el patio de su casa.
Según relató su madre, Belinda, Warren había llegado a casa de buen humor y con ganas de jugar con su hermano menor. Sin embargo, repentinamente comenzó a sentirse mal y le pidió a su mamá su inhalador. “Warren se las arregló bien con su asma, pero una o dos veces al año tenía un ataque realmente fuerte y tenía que ir al hospital, lo cual era aterrador”, explicó a The Sun.
A pesar de que intentaron ayudarlo, su estado empeoró rápidamente, y su padre le practicó maniobras de reanimación mientras esperaban la llegada de una ambulancia. Trágicamente, Warren dejó de respirar antes de que pudieran recibir la asistencia médica necesaria. “Se puso azul y dejó de respirar”, contó Belinda sumida en la angustia.
“Warren siempre estaba muy feliz con una sonrisa dibujada en su rostro, incluso si lo retábamos”, recordó su madre. La familia decidió compartir su historia para crear conciencia sobre el asma y la importancia de investigar más sobre esta enfermedad para poder prevenir este tipo de tragedias.
“Nunca ha habido suficiente conciencia sobre el asma, quiero que todos sepan lo grave que es y que nadie más pase por lo que nos pasa a nosotros. Sé que Warren estaría muy feliz si su historia pudiera ayudar a otros”, concluyó la mamá sobre la historia de su hijo que murió en 2023.
QUÉ ES EL ASMA
El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más frecuentes en los niños y en personas que tienen antecedentes personales o familiares de alergia.
Sus síntomas incluyen sensación de pecho cerrado u oprimido, dificultad respiratoria (disnea), tos o silbidos (sibilancias) en el pecho. Los síntomas son variables, cambian de un momento al otro. Esta variabilidad es característica del asma.
Como toda enfermedad crónica, se controla, pero no se cura, sin embargo, quienes la presentan pueden llevar una vida normal si aprenden a controlarla.