Rodrigo “El Pelado” Rojas Vade es un político chileno, integrante de la Convención Constitucional y uno de los referentes del estallido social que inició en 2019. Pero una revelación sobre su vida lo lleva a evaluar una renuncia: esta semana confesó que nunca padeció cáncer como aseguró durante años y que no era del todo cierto su problema para acceder al tratamiento.
En síntesis, el dirigente pasó de ser un manifestante anónimo en la plaza Baquedano a uno de los vicepresidentes de la constituyente. Todo, sobre la base de su historia: una lucha contra el cáncer que lo quebró económicamente y que exponía las desigualdades del sistema.
Incluso, usaba un cartel que se hizo viral en las redes sociales: “No lucho contra el cáncer, lucho para pagar la quimio. Salud digna para Chile”. A Rodrigo lo contactaron para ayudarlo. Él aceptó esas amistades y apoyos. Su figura creció y generó mucha empatía. Hasta lo votaron en los últimos comicios.
Quién es Rodrigo Rojas Vade, el chileno que fingió tener cáncer
Durante meses, el hombre detalló tanto en la prensa como en las redes sociales sobre su lucha contra la leucemia linfocítica aguda mixta. Se trata de una enfermedad que afecta la sangre y la médula ósea, además de ser uno de los cánceres más graves que existen, según advierten oncólogos. De allí que sorprenda que Rodrigo Rojas Vade haya sobrevivido tantos años sin tratamiento.
Rodrigo, exempleado de una aerolínea en Chile, nunca quiso contarle a nadie de su familia sobre esta enfermedad que, según él, padecía. Su padre, Gabriel Rojas (63), dice que su hijo se demoró tres años en abrirse con su familia. Aunque Rodrigo difiere; sostiene que sólo se demoró uno. Otro de los que se enteraron más tarde fue Claudio Castillo (39), ingeniero ambiental y pareja de Rojas hasta el día de hoy.
Cuando en 2019 se hizo un icono del estallido social (cabeza rapada, delgado, incluso con catéter al descubierto), Rodrigo Rojas Vade afirmó entonces que hacía una pausa de sus tratamientos, entre ellos de quimioterapia, para participar del momento histórico del país vecino.
Tiempo después formó parte de la Lista del Pueblo, un grupo heterogéneo de personas desconocidas entre sí pero unidas por las ganas de cambiar Chile, y que sorprendió a los partidos tradicionales de izquierda y derecha. Tras su triunfo en los comicios, Rojas Vade empezó a desempeñarse como vicepresidente adjunto de la Convención Constitucional de la República de Chile. Un total de 19.312 personas confiaron en él y su historia dentro de las urnas. Ahora, él analiza dejar su rol por la mentira que creó.
Durante meses, Rojas Vade habló de distintos problemas financieros, de tratamientos que el sistema de salud no le cubría, de viajes... Pero ya como autoridad electa, tuvo que realizar su declaración de intereses. En ella sinceró que tenía una deuda de 27 millones de pesos chilenos con el banco Scotiabank. La razón que dio en el documento público era “deuda bancaria corresponde a financiamiento de tratamiento quimioterapéutico contra el cáncer”.
Sin embargo, en diálogo con La Tercera, Rodrigo Rojas Vade reconoció esta semana que nunca tuvo cáncer. Sí recibió tratamiento por otra enfermedad, pero evitó contar cuál. En la entrevista, el hombre se contradice y va contando distintas versiones de los gastos médicos y los diagnósticos hasta advertir: “Se supone... Es que... Mira, no. Es que... No, no tengo”.
-¿Le mentiste a la gente?
-Es complicado.
-¿Les mentiste a tus votantes?
-(Asiente). Sí, poh. Efectivamente, mi enfermedad de base no es cáncer, como ya les habían confirmado otras personas.
-¿Les pedirías perdón a tus votantes?
-Sí. Siento que me tengo que retirar. No tengo nada más que hacer en la Convención.
-¿Vas a renunciar entonces?
-No lo sé. Estoy en una situación compleja.
-Si tu enfermedad no es cáncer, ¿por qué elegiste decir que tenías esa?
-Porque es la que más se parece en cuanto a gastos, a cómo se comporta.
-¿Qué te gustaría decirle a la gente que votó por ti, que creyó en ti?
-Que efectivamente he sido un paciente hospitalario. Quizás lo siga siendo. En completa humildad, probablemente cometí el mayor error de mi vida. Pero siento que sus sentires también fueron escuchados a través de ese error.
Enterado que saldría la entrevista, Rojas Vade publicó una imagen en Instagram y contó parte de la razón de mentir. El posteo generó una enorme indignación en Chile.
“Cuando tenía 29 años, me notificaron que padecía de una enfermedad discriminada en este país, en ese momento se me cayó el mundo, pensé que mis seres queridos me iban a rechazar, sentí mucha vergüenza y dolor”, dijo.
Claudio Castillo, pareja de Rojas Vade, conoció también ahora que lo del cáncer es falso. Luego, envió este mensaje al diario La Tercera: “Dentro de todo, lo mejor… es que no se va a morir. No de cáncer”.