El número de niños que viven en zonas de guerra se situó en 2020 en casi 200 millones, un aumento de cerca de un 20%, respecto a los 162 millones del año anterior, hasta alcanzar un nuevo máximo en más de una década, según ha revelado Save the Children en un informe publicado este martes, en el que ha alertado de que muchos de esos niños ya están en riesgo por el cambio climático y se enfrentan a niveles de hambre “sin precedentes”.
Se trata de la segunda cifra más alta registrada, sólo detrás de la de 2008, cuando se estimaron 208 millones, según el trabajo, el sexto informe de la ONG en el contexto de la campaña global ‘No a la Guerra contra la Infancia’. El incremento, a juicio de Save the Children, demuestra que la pandemia de COVID-19 y el llamamiento de Naciones Unidas a un alto el fuego mundial “no fueron suficientes” para detener estas guerras.
La directora general de Save the Children International, Inger Ashing, ha considerado “sencillamente espantoso” que, a pesar de la COVID-19 y la petición de Naciones Unidas, haya más niños que nunca “en el punto de mira de las zonas de guerra más mortíferas”. “Ni siquiera una pandemia mundial fue suficiente para detener las guerras y atrocidades más brutales”, ha añadido.
El informe achaca el aumento, en parte, a los brotes de violencia en Mozambique y a los conflictos de Afganistán, República Democrática del Congo (RDC), Nigeria y Yemen. Estos países, además, son los que más están sufriendo el cambio climático y los que se enfrentan a mayores hambrunas.
Asimismo, 337 millones de niños vivían cerca de grupos armados y fuerzas gubernamentales que reclutan menores en 2020, una cifra que triplica la de 1990, cuando este número se situó en 99. En este sentido, el número de países en los que se recluta a niños --que son en los que viven más de la mitad de los niños del mundo, casi 1.300 millones-- aumentó a 39, el más alto en las últimas tres décadas.
La ONU verificó casi 8.600 casos de reclutamiento y utilización de niños en 2020 --aproximadamente 25 al día-- a pesar de la pandemia mundial, lo que supone un aumento del 10 por ciento respecto al año anterior. Sin embargo, Save the Children considera que es probable que estas cifras representen solo una parte de los casos reales.