Las temperaturas extremas han agravado los problemas de salud en las ciudades, donde vive ya más de la mitad de la población mundial, informa un estudio publicado ayer lunes por la Universidad neoyorquina de Columbia.
Publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, el estudio señala que en las ciudades las temperaturas son en general más altas que en el campo, debido a la falta de vegetación, a la proliferación de cemento, asfalto y otras superficies impermeables que concentran el calor en lo que denominan “efecto térmico de isla”.
En palabras del principal autor del estudio, esto “aumenta la morbilidad y la mortalidad e impacta en el rendimiento de las personas en el trabajo y, por ende, reduce el aporte económico”, además de “agravar las enfermedades crónicas”.
“Existe un modelo de lugares donde queríamos estar”, asegura Tuholske antes de advertir que “ahora, esas zonas quizá se hagan inhabitables”. “¿Realmente toda la gente va a querer vivir ahí?”, se pregunta.