El presidente Vladimir Putin aseguró una victoria sin precedentes en las elecciones rusas del domingo, consolidando aún más su control del poder en el país.
Según la Comisión Electoral Central (CEC), Vladimir Putin fue elegido presidente de Rusia con un aplastante 87,9% de los votos. Este resultado histórico lo posiciona como el líder ruso con el mandato más prolongado en los últimos dos siglos, superando a Josef Stalin, ya que asumió el cargo en 1999.
El Centro de Investigación de la Opinión Pública de Rusia (VCIOM) situó su apoyo en el 87%, y los primeros resultados oficiales confirmaron la tendencia.
El candidato comunista Nikolai Kharitonov quedó en segundo lugar con menos del 4% de los votos, seguido por Vladislav Davankov en tercer lugar y el ultranacionalista Leonid Slutsky en cuarto.
A pesar de las protestas de miles de opositores y las críticas de Estados Unidos sobre la falta de libertad y justicia en los comicios, los resultados mostraron un apoyo abrumador hacia Putin.
Aunque las elecciones estuvieron marcadas por las protestas y la controversia, Putin buscaba demostrar su amplio respaldo popular. La participación en todo el país alcanzó un récord del 74,22%, superando los niveles de 2018 del 67,5%.
En su discurso de agradecimiento a los votantes, Putin afirmó su compromiso de continuar avanzando en su camino y emitió una advertencia a Ucrania, asegurando que Rusia no les permitirá estar en paz. “Nadie podrá derrotar a Rusia”, enfatizó.
En un ambiente marcado por la represión interna, la muerte del opositor Alexéi Navalni y la tensión con Ucrania, el país asiático decidió mandatario.
Los colegios electorales cerraron en Moscú después de tres días de votaciones, informó AFP. Días que fueron caracterizados por aumentos de bombardeos mortales en Ucrania, incursiones de milicias pro ucranianas en territorio ruso y actos vandálicos en los centros de votación.
El Kremlin presenta estas elecciones como una oportunidad para respaldar la ofensiva rusa en Ucrania, mientras que Ucrania las ha denunciado como ilegítimas e instó a sus aliados occidentales a no reconocer los resultados.
A pesar de la intimidación y la represión, los partidarios del fallecido opositor Alexéi Navalni llamaron a los votantes a acudir en masa a las urnas. Algunos respondieron al llamado en Moscú, afirmando que votaban para honrar la memoria de Navalni y mostrar su oposición de manera legal.
En el extranjero, se formaron largas filas ante las embajadas de Rusia, especialmente en París y Berlín, donde reside una gran cantidad de rusos exiliados.
La viuda de Navalni, Yulia Navalnaya, se unió a la fila en Berlín, mientras que algunos manifestantes llevaban pancartas con consignas contra Putin. “No a Putin, no a la guerra” y “Putin es un asesino” eran algunas de las frases dedicadas al Presidente Ruso.
En cuanto al candidato fallecido, su cercano asistente dio las gracias a las personas que apoyaron y mostraron su oposición. “El mundo les ha visto. Rusia no es putín, Rusia son ustedes”, escribió en X (antes Twitter).
Por otro lado, la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova, interpretó las largas filas ante las embajadas como un respaldo al Kremlin. Por otro lado, algunos electores en Rusia expresaron su apoyo a Putin, enfatizando su deseo de paz.